lunes, 5 de diciembre de 2016

Galletas Springerle

Buenos días de puente!!!!!!!!!!!!!!!!!


Hoy volvemos a tener una de esas semanas raras de narices, con unos festivos de por medio que, a la par que nos alegran las neuronas, los descabalan la rutina, verdad? No sé si estaréis muchos por aquí o no, yo voy a aprovechar la última parte del puente para marcharme a Suiza y conocer como es la Navidad por allí... Sus luces... Sus mercadillos... Pero no quería irme sin dejaros ninguna receta.


El molde para realizar estas galletas lleva exactamente 1 año guardado en el armario, exactamente lo mismo que su "ingrediente secreto un tanto extraño". Porqué lo sé tan exactamente? porque fué el regalo que me hicieron un grupo de amigos para mi cumpleaños... La intención era haberlas hecho la Navidad pasada, pero como ya mas o menos tenía las recetas organizadas, al final se me pasó... Por supuesto que las podría haber hecho después, pero para mi son unas galletas de Navidad... Y por eso llegan en este momento.


Las galletas Springerle son unas de las galletas alemanas más tradicionales para Navidad, son galletas blancas con sabor a anís que llevan una imagen de distintos motivos estampada sobre su superficie. Las imágenes se imprimen presionando la masa con rodillos de madera o con moldes planos finamente tallados en madera.

La historia de las galletas Springerle se remonta a casi mil años atrás, las tribus germánicas durante la celebración del solsticio de Invierno realizaban sacrificios de animales como ofrenda al dios Wotan (Odín) rey supremo de los dioses nórdicos, el caballo era considerado un animal sagrado para esas tribus y la palabra Springerle proviene de un antiguo dialecto alemán que significa algo así como “pequeño caballo de salto”.

Como la gente pobre no podía permitirse sacrificar a sus animales realizaban galletas en forma de animales para ofrecerlas como sacrificio al dios Wotan. Aun sobreviven algunos vestigios de esas prácticas paganas en las formas y grabados de los moldes de Springerles, con escenas de animales y de estas festividades.


En la edad media, con la inclusión del 25 de Diciembre en el calendario cristiano se continuó con esta tradición de las galletas estampadas, reemplazando los diseños paganos por motivos cristianos, los hornos de los monasterios que proveían de dulces y panes a la realeza fueron los que mayor influencia tuvieron al reemplazar los antiguos motivos en las Springerle incorporando los diseños religiosos que dominaron este período.

La primera receta de Springerle apareció en un libro de cocina de 1688, estas galletas se volvieron muy populares entre 1600 y 1800 cuando los artesanos comenzaron a fabricar moldes y rodillos tallados y grabados en madera con intrincados y finos detalles decorativos, los diseños tenían un importante significado simbólico: Fertilidad, virilidad, amor, etc.,  posteriormente también se incorporaron diseños con flores, frutas y detalles de la vida cotidiana de la época. La mayoría de los moldes de este período se encuentran en museos Europeos o en colecciones privadas.

Los moldes de Springerle son valorados como un tesoro familiar que ha pasado de generación en generación de madres a hijas a través de los siglos junto con las antiguas recetas celosamente guardadas (Fuente Wholekitchen) .


La curiosidad de estas galletas es un ingrediente “extraño” que llevan en su preparación, el bicarbonato de amonio o Hartshorn. Este bicarbonato de amonio es una levadura muy antigua de origen escandinavo que da una esponjosidad que no da el polvo de hornear. Es un polvo blanco con un olor muy fuerte a amoniaco y uno de los pasos de esta receta consiste en disolverlo en leche o nata líquida para eliminar su fuerte olor. No os asustéis ya que una vez mezclado con la masa y después del horneado este olor desaparece  totalmente. Lo único que hay que evitar es comer la masa cruda ya que este producto es irritante. Este bicarbonato de amonio hace que la galleta crezca hasta el doble durante el horneado y que se cree una especie de pie como en los macarons.


Como os he dicho, las tradicionales son las que saben a anís, pero yo he utilizado la receta de Bea del blog "el rincón de Bea" y daba la opción de que fuera limón. Como a mi me gusta mas he decidido hacerlas de ese sabor:

Ingredientes:

3 huevos L
300 gr. azúcar glass
60 gr. mantequilla
1 cucharada de leche 
1/4 bicarbonato de amonio
1/4 esencia de limón
450 gr. harina de trigo todo uso
100 gr. harina de Maizena


Preparación:

Mezclar la leche con el bicarbonato de amonio y dejar reposar 90 minutos para neutralizar el fuerte olor. Yo la he dejado en la terraza porque, como veréis, el olor es fuerte.

Mezclamos en un bowl las dos harinas.

Batir con las varillas los huevos a velocidad alta durante 10 minutos o hasta que blanqueen, espumen y cuadripliquen su volumen.

Añadir el azúcar glass en tres veces.

Incorporar el trocito de mantequilla y seguir batiendo hasta que esté totalmente incorporado.
Añadir el bicarbonato de amonio y el extracto y batir bien.


Llegados a este momento cambiaremos las varillas por la pala y a velocidad mínima incorporaremos, cucharada a cucharada, la mezcla de las dos harinas hasta que esté justo incorporada.

Obtendremos una masa muy sedosa y un poco pegajosa.

Sin enfriar la masa, cogeremos una porción de masa y la amasaremos bien asegurándonos de no quedan arrugas.

Utilizaremos mas harina para amasar hasta que no se pegue la masa ni a la superficie ni a nuestras manos.

Con un rodillo estiraremos la masa dándole un grosor de 1,5-2 cm.

Con una brochita nos aseguraremos que el molde esta cubierto de harina. Esto lo haremos cada vez que hagamos una impresión en una galleta.


Colocaremos el molde sobre la masa y haremos presión uniforme para que quede una impresión bien visible en la masa. A lo mejor tenemos que hacerlo un par de veces para comprobar la presión correcta que tenemos que utilizar.

Levantaremos el molde con cuidado y despacio para que no se nos pegue la masa al molde e inmediatamente cortaremos la galleta con un cortador del mismo tamaño y con ayuda de una espátula la pasaremos a la bandeja.

Cuando hayamos terminado dejamos las galletas secar a temperatura ambiente. Dependiendo del clima puede que la superficie esté seca en 6, 12 o incluso en 24 horas. Yo, por una cuestión de que no tenía tiempo para hornearlas las he dejado 36 horas secando... Mas vale que sobre secado que no que falte

Nos aseguramos que las galletas tienen una especie de “costrita” en la superficie, y es cuando porcedemos al horneado de las mismas, de 15 a 25 minutos en el horno a unos 140º teniendo precaución de que no se nos doren. Las galletas deben quedar cocinadas pero totalmente blancas.


Me ha llamado la atención la conservación de estas galletas y su especial caracterísitica con respecto al sabor. Las Galletas Springerle si están guardadas en cajas de latón aguantan muy bien hasta 6 meses. Su sabor mejora con el tiempo , particularmente a partir de 4 semanas de reposo en cajas de latón. En bolsas de celofán suelen aguantar una semana , después se endurecen. 

No son complicadas de hacer, aunque si que llevan su tiempo por el reposo del bicarbonato de amonio y por el secado de la masa. Además, yo puedo decir que al día siguiente tenía unas agujetas tremendas de apretar el molde contra la masa fuertemente para que se marcara bien.

Eso si, el resultado merece la pena... Son una delicia y tienen una textura muy particular.

La caja-estrella para colgar es de Mercadona, el plato es de Casa y las rodajas de madera son de Holamama shop.

Besotes con una gran y dulce historia detrás.


11 comentarios:

  1. Te han quedado muy chulas Olga, a mi me encantan estas galletas, las hice hace un par de años, no las volví a hacer por que en casa no gustaron, y para mi sola como que me da pereza jajajaja.
    Estas que no paras, disfruta mucho de tu viaje, yo deseando que llegue Enero y por fin poder disfrutar de unas merecidas vacaciones, ya que este año no hemos podido disfrutarlas!!!!
    Besos

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    1. Muchas gracias por tus consejos Magda, el éxito ha sido en parte tuyo. La verdad es que para una sola sale un cargamento de galletas que flipas.

      Pues si hija, a disfrutarlas que ya os toca... Cuando empezáis? porque nosotros subiremos para el 12-13/01... Estaréis por allí?

      Un besote

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  2. Hola! Te han quedado preciosas! Hace tiempo que queremos hacerlas por eso tenemos ese mismo molde en nuestra lista de deseos de este año! Besis

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    1. La verdad es que este molde es una maravilla, me encanta porque sirve para cualquier época del año.

      Que miedo cuando haces una cosa de estas por primera vez, verdad? pero estoy muy contenta con el resultado, verás como os encantan.

      Besos

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  3. Olga es una receta estupenda para ir poniendo en marcha los motores navideños. Ya era hora de que usaras el molde y el ingrediente secreto que no sé cómo has esperado todo un año, aunque yo mejor me callo que tengo cacharros que igual llevan más tiempo esperando y ahí siguen ¡es lo que nos pasa a todos los cocinillas ¿verdad?!

    Yo no tengo puente, trabajo cada día de los que no es festivo, así que iré apareciendo y desapareciendo y disfrutando martes y jueves con mi peque.

    Me gusta que hayas cambiado el anís por el limón, aunque yo habría hecho de los dos sabores ¡soy muy agonías!

    Disfruta de tu viaje a Suiza y después nos haces una larga crónica. Y si nos quieres traer un regalito no te vamos a decir que no ji ji ji

    ¡Besos mil!

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    1. Pues yo creo que si Cuca, a todos los cocinillas nos pasa algo de esto, que tenemos cosas, artilugios o ingredientes, por casa que tardamos en utilizar. Yo este año estoy haciendo propósito de enmienda y estoy intentando sacar "el trabajo" atrasado, sobre todo con los ingredientes, porque son los que caducan, y no sabes la rabia que me da tener que tirar dinero a la basura... Por eso mas que nada han salido las galletas, por el "ingrediente raro" que ya estaba lindando con la fecha de caducidad.

      Bueno, ahora te toca defender el fuerte y levantar el país, luego, en Navidades, cuando seguro tengas unos días libres, ya me quedo yo con esa pesada carga.

      No creo que ya haga una larga crónica porque... Pocos sitios dulces me quedan por investigar!!!!!!!!! pero, oye, yo no voy con el NO... Veremos que me encuentro y luego decido... Quizá estaría chulo de lo mercadillos.... Ummmmmm, ya se verá.

      Un besazo y a seguir disfrutando de Larita

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  4. No te lo vas a creer pero estoy esperando a que me llegue el bicarbonato de amonio para hacer mis springerles este año porque igual que tu llevo desde el año pasado y antes incluso queríendo hacer estas preciosas galletas. Te han quedado perfectas y preciosas, yo como tú les pondré limón,no soy nada de anís. Un beso y feliz puente en Suiza,traete mucho chocolatito jeje!

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    1. Jajajajajaja, estamos en conexión Bea!!!!!!!!!!!!!!! si es que a todos los cocinillas nos pasa igual, eh? La verdad es que estoy muy contenta con el resultado, Magda de "dulces postres magdalena" me echó una mano y resolvió algunas de mis dudas... Sin ella, no sé como habrían quedado.

      Estoy deseando ver las tuyas.

      Un besote

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    2. Hoy me ha llegado el bicarbonato, asi que mañana me pongo a ello, si tienes algun truqui interesante cuéntamelo y asi lo aplico :-) En cuanto las tenga listas te las enseño. Creo que voy a hacer la misma receta :-) Besosss

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  5. Estas galletas me enamoraron desde el minuto uno en que las conocí porque a parte de ser preciosas están muy muy buenas, las he preparado en dos ocasiones y la segunda vez fue nefasta jejejeje. Tienen su punto de dificultad y a ti te han quedado perfectas!

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    1. Yo las he preparado de limón porque el anís no me va mucho, pero, como la vida es así, pues me he llevado un "zas en toda la boca" y en Suiza todas las que había eran de anís.... Y las tuve que probar, claro... Que delicia!!!!!!!!! Ahora las tengo que repetir!!!!!!!!!!

      Si que tienen su punto... Y yo acabé con agujetas en los abdominales de apretar para marcar el molde... Estoy segura que no sería tan desastre...

      Un besazo gigante

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