Comuniones... Mesa Dulce de María

Vaya con la temporada de las comuniones...

Hay que ver la que se lía estos días con los niños que están en la edad, porque poco mas que es casi como una boda!!!!!!!! y los papis no quieren que les falte de nada a sus retoños, y al final se arman unos fiestorros de agárrense que viene curvas!!!!!!!!!

Este año lo he vivido yo muy de cerca con María, la hija de mi compañera de trabajo, Ana, cuyo hobby es la costura (esta empezando con una página de facebook que podéis ver AQUI por si la queréis dar vuestro apoyo) y el scrap

Ella fué la que realizó los recordatorios de la comunión (que están en la cesta blanca, dentro cada uno de ellos de una bolsita rosa), los regalitos que se dieron (tarritos llenos de chuches "tuneados" para la ocasión, que están en la cesta marrón con lazos rosas) y un marco de fotos con la foto de la peque para cada familia.

Yo me encargué mas de la parte dulce, la de cocinar, a parte de la instalación de la misma. El concepto que organizó ella me encantó... Fué una celebración tipo cocktail, con su propio espacio reservado para ellos, sillas al rededor para que la gente mayor pudiera descansar y muchas mesas centrales para poder apoyar la comida y la bebida... De esta manera está todo el mundo con todo el mundo, porque si haces la distribución en mesas, al final solo hablas con la gente que tienes al lado, ni siquiera con los que tienes en frente

Al llegar al sitio yo me tenía que encargar de ver donde poníamos la situación de la mesa. En un principio la idea era poner todo junto, en una mesa larga, pero al ver el sitio cambié de opinión... Porque aunque era amplio para la gente asistente, tampoco es que sobrara cantidad de metros, y si poníamos una mesa larga, el sitio para las sillas se veía drásticamente reducido, y este punto era importante. Así que tomé la decisión de hacerlo en dos mesas distintas... Una como de "las cosas típicas de la comunión: recordatorios, regalos y demás", y la otra, la mesa dulce propiamente dicha

Aprovechamos las esquinas, que son los puntos muertos por excelencia, y creo que quedó muy bien distribuido, y lo mas importante, muy cómodo para estar, y la gente era lo primero que veía (que la madre lo quería así) al entrar en el sitio, ya que estaba situada en la pared del fondo.

Los cupcakes estaban hechos de chocolate rellenos de sirope de chocolate y con buttercream de vainilla por encima. El frosting está puesto con formas de flores, cada una distinto... Pero como justo fué el día que empezó el calor, las formas se difuminaron un poco ya que el calor reblandeció la crema.

Al terminarlas vi que eran muy rosas, así que hice unas cookies de megachocolate para meter otro color en la mesa, ya que sino me parecía que iba a quedar demasiado ñoño... Yo soy fan del rosa para las niñas, pero todo tiene que tener una mesura, porque sino....

La tarta era el eje central de la mesa dulce, ya que además de la comunión de María, el abuelo de la criatura cumplía años, así que quisieron hacerle un guiño, ya que también era su día. Por eso tiene como colofón un marco hecho de fondant con una foto comestible de la nieta y el abuelo, y un cartel que los felicita a ambos.

Tenía unas ganas tremendas de hacer una nacked cake, y Ana me permitió bastante manga ancha para el tema de la tarta, así que cuando la expuse mi idea me dio vía libre total... Se me ocurrió hacer una tarta de chocolate, y como es para mucha gente, que no empalagara mucho, así que los rellenos tenían que ser de frutas, y así intentar que gustara a todo el mundo, pequeños, por el chocolate, y mayores, por la fruta

Los elegidos fueron, de abajo para arriba: fresa, frambuesa, arándanos y moras... Realizados con base de nata vegetal. Son todas frutas del bosque que considero pegan totalmente, tienen un esquema de sabor muy parecido, y luego al poner la fruta fresca al rededor le da un toque muy colorido a la tarta, me flipa el resultado. Me daba cosa que el bizcocho se resecara, así que los hice el día anterior, justo para que tuvieran el tiempo de reposo que se aconseja en el frigo, luego los calé bien con sirope simple y monté la tarta en el último minuto.

A cada piso le puse trocitos de fruta fresca de su sabor correspondiente, el de frambuesa se me olvidó hacerle la foto, por las prisas, pero juro que era exactamente igual. Y al ser la base de nata vegetal, queda una crema de lo mas ligera y cremosa, y hay que ver lo firme que es, aguanta lo que le eches, y a pesar del calor... Ya veis... Ni un ápice se vino abajo... Que el buttercream no aguantó... Así que requetefan de esta nata.

Para terminar, pusimos una guirnalda que unía las dos mesas como para dejar claro que las dos cosas eran de lo mismo, pertenecía a una gran mesa dulce, y pusimos un pom-pom de cada color para ratificar esa sensación.

Es cierto que no es una mesa dulce al uso, las típicas que se ven, pero con el espacio que teníamos considero que hicimos una gran distribución de la misma. Por otro lado, y para mi lo mas importante, porque está claro que las cosas entran por la vista, pero luego si no están bueno... A este respecto quedaron encantados, no quedó absolutamente nada, acabaron con la tarta, los cupcakes, las galletas y las chuches... Y eso, eso es lo que manda para mi, sin lugar a dudas.

Y aquí os presento a mi ayudante, mi gran amigo Kike, que me ayudó a trasladarlo todo, montarlo todo, dándome apoyo en mis momentos de dudas y con unas ideas geniales que hicieron de esta mesa dulce algo espectacular... Sin ti, no lo podría haber logrado, lo tengo muy claro. Gracias mil.

 Hay que ver el trabajo que dan, pero que bonitas que quedan, y lo que llaman la atención, y lo variadas que pueden ser, tienen millones de opciones... Así que un besote gigante de una fan incondicional de las mesas dulces.