El origen de regalar Huevos de Pascua remonta a muchos años atras, mejor dicho decadas y siglos, en donde en la Cuaresma los padres regalaban a sus hijos estos deliciosos huevos de chocolate y la presencia del Conejo de Pascua representado de diferentes maneras.
Aunque por supuesto tiene su toque comercial, también existe una historia que te voy a contar.
Esta tradición surge principalmente en Inglaterra, Estados Unidos y todo el centro de Europa.
Todo surge por la abstinencia que tenían los católicos que seguían la tradición de la Cuaresma ya que no se podía comer todo lo que sean derivados de los lácteos ni los huevos de las gallinas.
Con los huevos lo que hacían eran guardarlos y para conservarlos les ponían una cera liquida la cual los cubría para mantenerlos.
Una vez que se terminara la Cuaresma regalaban estos huevos cubiertos de cera frente a la iglesia a las personas que pasaban por allí.
A medida que fue pasando el tiempo estas tradiciones se fueron modificando y la iglesia fue siendo mucho mas flexible imponiendo solamente el Viernes Santo de la Semana Santa como fecha en donde no se debe comer carne.
Tanto los huevos de gallina como de pavo por muchas décadas fueron los que se pintaban y se regalaban como muestra de vida principalmente agrupados en una cesta.
Algunos países siguen manteniendo esta tradición pero a principios del siglo XIX también se introdujo los huevos de chocolate para que los niños principalmente puedan comerlos y sumarse a esta tendencia de Pascua.
Respecto a su significado tenemos que remontarnos a la Antigua Roma en donde el huevo tiene el significado de una vida nueva, una vida que esta por nacer, esta vida la da Jesucristo Resucitado.
En la antigua Grecia como en Roma también se pintaban los huevos como acto de celebración y festejo de la primavera.
El Conejo de Pascua sin duda te puedo confirmar que fue algo meramente comercial y de fantasía, sumando por los padres y algunos comerciantes inteligentes para darle un toque mas concluyente a la historia y variar en las figuras de chocolate.
Los padres esconden los huevos de pascua por toda la casa y los niños comienzan a buscarlos con una canasta pensando que el verdadero causante quien los escondió fue el conejo de pascua.
Yo siempre había querido hacer mis propios huevos de pascua. Por eso me compré los moldes para ello, en tres tamaños diferentes, de la marca Ibili. Para hacer estos huevos que veis aquí he utilizado el mediano y el procedimiento es muy sencillo
Para comenzar picamos en trocitos el chocolate de cobertura y lo comenzamos a derretir en baño maría. Si quieres algo mas sencillo, en el microondas metemos un bol con el chocolate en trocitos y le damos pequeños golpes de calor de 1 minuto solamente para ir controlando que se derrita y no se queme el chocolate.
La cantidad de chocolate va a depender de la cantidad de huevos que hagas y de su tamaño.
El punto de derretido que tiene que tener el chocolate debe ser como una crema.
Con una cuchara de café vamos agregando cantidades pequeñas al molde del huevo y con la ayuda de un pincel lo vamos esparciendo en la silueta del molde del huevo
Repasamos bien la base con el chocolate para que quede totalmente cubierta, ten en cuenta que luego cuando se seque lo debes desmoldar, con lo que cuanto mas gruesa sea la cantidad que pongamos mejor sera para que no se quiebre.
Una vez que terminamos esperamos 10 minutos y este procedimiento lo repetimos 3 veces, esto lo hacemos para que quede el huevo bien grueso y no se rompa al desmoldar.
Una vez que ya hemos acabado el proceso, desmoldamos ambas mitades.
En una de ellas podemos meter caramelos, pastillas o bombones de chocolate, lo que tu quieras como sorpresa pensando en el espacio que tienes.
Se pone chocolate derretido en los bordes de los huevos con un pincel, bastante cantidad, se unen y se quita lo sobrante con el dedo mismo para sellar bien.
Y listo, ya hiciste tu huevo para regalar con sorpresa.
Es una pena que cuando ya los tienes perfectos... Ahora toca romperlos para rellenarlos!!!!!!!!!!! Yo el primer corte se lo dí con un cuchillo de sierra y luego lo fui "desfigurando" cortando trocitos muy pequeños con los dedos.
Los he rellenado de tres mousses distintas. Empezamos con la mousse de fresa
Ingredientes para 4 personas
400 gr de fresas,
200gr de nata,
3 huevos,
azúcar al gusto
Empezamos por la parte más sencilla: limpiamos las fresas, retiramos el rabito y las partes feas y las trituramos con la batidora. Si veis que tenían muchas mini pepitas, podéis pasarlas por el colador o el pasa purés para retirarlas.
En segundo lugar, montamos la nata. Esto es algo que si hay que hacer muy bien lleva mucho tiempo, así que simplemente la montaremos con la batidora a poca velocidad, para que coja cuerpo y espese, pero tampoco hace falta que la montemos a la perfección ni mucho menos. Incluso, si queréis evitaros este paso, alguna vez la he sustituido por la misma cantidad de queso mascarpone.
Para hacer que la mousse sea esponjosa, montamos las claras de tres huevos a punto de nieve, para ello, con la batidora con las varillas de montar, le vamos dando volumen hasta que podamos darle la vuelta al cuenco sin que se caiga (no lo probéis demasiado pronto, o la cosa acabará en desastre). A mitad proceso podéis añadir una pizca de sal para ayudar, y luego un poco de azúcar.
Por último, mezclamos la nata con las fresas y luego incorporamos la mezcla poco a poco a las claras a punto de nieve, removiendo suavemente con las varillas manuales. Luego la vertemos en las copas en las que serviremos, las dejamos enfriar al menos tres horas en la nevera y ya tenemos la mousse lista para disfrutar.
Yo lo que he hecho ha sido pasarla a una manga pastelera, la he metido al frigo como una hora, para que pillara cuerpo, luego he rellenado los huevos.
Mousse de chocolate
160 g de chocolate (70% cacao)
50 g de mantequilla
2 huevos + 2 claras
1 pizco de sal
60 g de azúcar
Ponemos el chocolate y la mantequilla en un bol y los derretimos al baño maría o en el microondas, programando en intervalos de muy pocos segundos y removiendo entre medias. La mezcla no debe superar los 50º.
Separamos los huevos y agregamos las yemas al chocolate. Dejamos enfriar del todo.
Montamos las claras a punto de nieve con el pizco de sal y cuando estén bien espumosas vamos añadiendo el azúcar poco a poco. Seguimos batiendo a alta velocidad hasta que al frotar un poco de merengue entre el pulgar y el índice no se aprecie el granillo del azúcar.
Mezclamos el merengue con la crema de chocolate, con movimientos envolventes de arriba abajo e intentando que se bajen las claras lo menos posible.
Vertemos en los recipientes para servir y refrigeramos en frigorífico por lo menos dos horas.
Yo lo que he hecho ha sido el mismo caso que en lo anterior... Lo he metido en una manga y lo he refrigerado una hora
Mousse de café
80 ml de café
200 ml de nata para montar
2 huevos
100 gr de azúcar
En un bol, mezclamos los huevos y el azúcar con una batidora eléctrica hasta que la mezcla tenga un color blanquecino y sea suave y esponjosa.
Por otro lado, montamos la nata y cuando consigamos consistencia la agregamos a la mezcla de los huevos y el azúcar: primero añadimos una cucharada de nata y mezclamos de arriba abajo con una espátula de silicona o una cuchara de madera, hasta que la mezcla esté suave de nuevo. A continuación, añada el resto de nata, revolviendo suavemente de arriba hacia abajo.
Cuando todo está bien mezclado, podemos añadir el café. Es muy importante asegurarse de que el café está frío.
Por último, batimos durante unos minutos todo el mousse y lo repartimos en cuatro tazas. Dejamos los vasos cubiertos con papel de plástico y los guardamos en la nevera durante seis horas.
En este caso he hecho exactamente lo mismo... A la manga, solo que lo he tenido que dejar mas tiempo en el frigo para que pillara consistencia.
Como os he dicho al principio, los huevos los podéis rellenar o no, y a la par, le podéis poner sorpresa dentro o no.
Yo, como soy así y me encantan las sorpresas, os puedo decir que se la he colocado a mis huevos rellenos, he envuelto unas chuches con papel film, las he metido en el huevo y luego ya he rellenado el huevo con la manga pastelera.
Los que no he rellenado con mousse, les he metido su sorpresa cuando he pegado las dos mitades, y luego los he envuelto con estos papelitos tan coloridos que dan tanta vida a la Pascua.
La huevera de cartón es de Tape Pink, la huevera de metal es de Krasilnikoff y la huevera de cristal es de Green Gate.
Espero que estéis disfrutando de estos días de vacaciones, que le saquéis el jugo a estas últimas horas que nos quedan y mañana nos vemos con una nueva receta.
Besos cargados de ilusión con mi cestita en mano y deseando empezar a buscar mis huevos escondidos.
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