Estos gofres tienen una historia impresionante
Cuando vi ESTA receta de mi compañera bloggera
Cuca me entró un antojo tremendo de hacerlos, pero me encontré con un gran
problema, que no tenía la máquina para hacerlos, ni las planchas de metal
tampoco.
Encima me quedé estupefacta al comprobar y
leer detenidamente la receta que no estaban hechos en esas máquinas... Sino en
moldes de silicona!!!!!!!!! no daba crédito!!!!!!!! y así de doraditos!!!!!!!!
me puse enseguida al habla con ella y me dijo que había comprado los moldes en
Lidl. Y aquí es cuando empieza la tortura... La dura espera... Esas mariposillas
que me entraban en el estómago cada vez que recibía la newsletter del super
esperando/deseando que los volvieran a sacar a la venta
Como Cuca, encuentro motivos la mar de
objetivos para cada compra que hago. Por ejemplo, estos moldes de silicona para
gofres tenían la ventaja de costar mucho menos que una gofrera, que se pueden
preparar muchos más gofres de una vez, que ocupaban muchísimo menos espacio en
los armarios de la cocina, que son más sencillos de fregar, que la receta de
gofres en el horno es mucho más sana...
Y por fin llega el día en que los ves en
el folleto!!!!!!!!!! y poco menos que mandas a tu madre al super a hacer noche
con la tienda de campaña y el camping gas para que sea la primera en entrar y
no te quedes sin ellos... Después de lo tortuosa que ha sido la espera...
Cuando te llama y te dice "LOS TENGO".... Dios!!!!!!!!!!!!!!! tocar
el cielo con las manos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
La costumbre de cocinar la masa de harina
entre dos placas de metal ya era habitual entre los griegos. Con los siglos la
tradición fue adquiriendo sus propias fórmulas según los diferentes países
europeos. Los populares gofres que triunfan hoy en todo el mundo provienen de
EE UU. Llegaron a bordo del Myflower con los emigrantes que traían con ellos la
receta holandesa, conocida entonces como wafel, de donde proviene la acepción
inglesa waffle.
En 1789, Thomas Jefferson regresaba de
Francia con la que sería la primera plancha de gofres de América, la de la
típica cuadrícula. La idea de servirlos con nata y otros ingredientes dulces,
como chocolate o sirope, la puso de moda el belga Maurice Vermersch durante la
Exposición Universal de Bruselas, en 1960. Tanto fue el éxito que cuatro años
más tarde decidió trasladarse a Nueva York, donde dio a su invento el nombre de
"gofre belga", origen del actual fenómeno mundial.
Vamos con la receta de estas maravillas
Ingredientes:
* 110 gramos de mantequilla
* 3 huevos
* 4 cucharadas soperas de azúcar blanco
* 410 ml de leche (yo le puse
semidesnadata)
* 240 gramos de harina para repostería
* 2 cucharaditas de levadura en polvo
* Una cucharadita de vainilla en pasta.
* Un pellizco de sal
* Azúcar moreno para espolvorear.
Elaboración:
1. Derretimos la mantequilla y la
mezclamos con la leche, los huevos, la vainilla y el azúcar blanco.
2. Añadimos la harina, la levadura y la
sal y mezclamos hasta que quede una masa homogénea. Yo lo hice con varillas
manuales pero creo que lo mejor (y más rápido) es meter todos los ingredientes
en el vaso de la batidora.
3. Poner spray de fácil desmoldado al
molde de nuestros gofres
4. Ponemos los moldes en la bandeja y
vertemos la mezcla en cada hueco hasta el borde. Mover los moldes llenos no es
nada sencillo ¡no os olvidéis!
5. Metemos en el horno precalentado a 220º
C y horneamos diez minutos.
6. Sacamos los moldes, desmoldamos los
gofres y los colocamos de nuevo en la bandeja del horno, esta vez sobre un
papel sulfurizado con el dibujo hacia arriba. En este momento yo le puse un
poquito de azúcar moreno por encima.
7. Volvemos a hornear hasta que se vean
dorados por encima. Yo esta vez bajé el horno a 180º C aunque en la receta
original seguían con el horno a 220º C
8. Sacamos del horno, dejamos templar unos
minutos y ya los podemos comer. También se conservan perfectamente en cualquier
recipiente bien tapados y le podemos dar un golpe de calor en el microondas
antes de comerlos. Igualmente podemos congelarlos y conservar en una bolsa
hermética hasta 3 meses y descongelar directamente a temperatura ambiente.
De verdad que son una auténtica
delicia!!!!!!!! yo, como veis, he huido un poco del clásico de la nata con
fideos de chocolate, y he preparado uno que era la mitad con sirope de
chocolate y la mitad con mermelada casera de cereza (podéis utilizar la que mas
os guste)... El otro solo lleva fruta por encima, fresa, que es muy de
temporada, y plátano.
Para esto ya sabéis que vuestros gustos y
vuestra imaginación es lo que marcará la diferencia, porque hay millones de
combinaciones.
El paño y la taza son de Green Gate, los platos son de Maria
Lunarillos, los
bowls son de Maisons
du monde, los cubiertos son de la tienda Casa y la botellita es de Tape pink.
Besines de antojazo cumplido tras una
tortuosa espera.
me encantas es que somos iguales, yo también encuentro mil y un motivos para comprarme las cosas y así tenemos los armarios jejejejeje, pues te han quedado impresionantes, super lindos y doraditos y tienen que estar super ricos, no me cabe la menor duda, muchas gracias por la receta amiga, un beso enorme para ti preciosa y como siempre es un placer leerte me has sacado mas de una sonrisa, muacksssss
ResponderEliminarSi es que.... Cosas de reposteras, verdad? o somos así para todo? yo... No digo na que luego to se sabe :-)
EliminarDe verdad que me han sorprendido, no soy para nada partidaria de los moldes de silicona, prefiero los de metal, pero estos me han encantado, los recomiendo.
Un besote y feliz fin de semana
Tremenda la historia detrás de estos pasteles que ya son la base de algunos paises como nuestro roscón de reyes o nuestras magdalenas para mojar. Muy interesante y muy ricos!
ResponderEliminarSi hijo, lo que no me pase a mi... Y hay que ver lo que me he aficionado a buscar el origen de los postres que hago últimamente... Me mola... No sé si como lector será un tostón....
EliminarCuando quieras te los hago y te zampas uno que ya se que no eres de mas.
Un besazo