Estoy muy ilusionada. Con esta receta voy a participar en un evento que me parece chulísimo y super original, se llama brinner (la mezcla de las palabras breakfast + dinner, desayuno y cena en inglés). Consiste en tomar el desayuno a la hora de la cena, y esta maravilla lo han creado la gente de Kölln. Para presentar su proyecto están organizando un evento con un menú super especial. Tenéis toda la info AQUI. Y para participar en el sorteo, yo presento esta receta.
Ha supuesto todo un reto para mi, ya que yo nunca, jamás, había tratado ni trabajado con la avena, así que me he tenido que empapar bastante de sus características y cualidades. De esta manera he descubierto lo beneficioso que es para nuestro organismo.
Los beneficios de la avena más destacados:
Es depurativa: gracias a la gran cantidad de aminoácidos que contiene, estimula la producción de lecitina en el hígado, favoreciendo a la depuración completa de las toxinas del organismo. Consumir avena es bueno para limpiar las paredes de las arterias, ya que la fibra va “barriendo” los depósitos de grasa que se van acumulando en ellas y que puede generar muchos problemas cardíacos, colesterol, entre otros.
Ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre: esto es una excelente noticia para los que padecen diabetes. Sin dudas la tienen que añadir a su dieta, para mejorar la digestión del almidón y mantener estables el nivel de glicemia, sobre todo después de comer.
Mejora la digestión; si tienes problemas cuando almuerzas o cenas, la avena contribuye a reducir los ácidos biliares, facilitando a su vez el tránsito intestinal y evitando el estreñimiento. A ser rica en hidratos de carbono de absorción lenta mantienen la sensación de saciedad por más horas, siendo una buena alternativa para los que están haciendo dieta, porque les quita las ganas de comer a cada rato.
Tiene proteínas de gran valor: en total son 8 los aminoácidos esenciales de la avena, lo que la convierten en una fuente de proteínas de gran valor biológico. Esta cualidad permite formar tejidos nuevos en el cuerpo.
Es anticancerígena: varios son los estudios que se han realizado en Estados Unidos sobre las propiedades de la avena como un arma de protección contra el cáncer, una enfermedad cada vez más habitual en este país y en mucho otros. Esto se debe a los fitoquímicos que contiene. Se aconseja entonces consumir avena todos los días, para reducir en más del 10% la posibilidad de padecer cáncer de mama o de colon.
Es buena para el corazón: la razón es la gran cantidad de ácidos omega 3 y linoleicos, conocidos como “grasas buenas”, que ayudan a reducir el colesterol malo (LDL), favoreciendo las actividades en el corazón y en el cerebro.
Ayuda al sistema nervioso central: gracias a las vitaminas del complejo B que contiene la avena, desarrolla, mantiene y equilibra el funcionamiento del sistema nervioso.
Previene los problemas de tiroides: sobre todo el hipotiroidismo, al contener yodo, un mineral que ayuda a que la glándula relacionada funcione de manera correcta.
Previene la osteoporosis: debido a que cuenta con los niveles de calcio necesarios para una buena salud ósea, evitando la desmineralización.
Ayuda a bajar de peso: para ello, se debe consumir en ayunas o con el desayuno, junto a leche descremada o de soja, zumo de naranja o frutos secos.
Es una de las mejores fuentes de energía que existen, por lo que se recomienda consumir a primera hora de la mañana o antes del mediodía, sobre todo para aquellos que trabajan muchas horas fuera de casa o tienen que estudiar para un examen.
Es una gran aliada en los tratamientos de belleza: las propiedades de la avena no se aprovechan sólo al ingerirla. También se puede usar de manera tópica (externa) para una rutina estética. Por ejemplo, mezclada con crema hidratante se convierte en un exfoliante para el rostro realmente maravilloso y es mucho más económico que cualquier otro tratamiento de belleza.
No es que ahora me vaya a hacer una "Avena victim" ni nada por el estilo, pero, mira, esto es lo que tiene trabajar con productos nuevos, que te enseñan un montón de cosas, y si tengo claro que lo voy a intentar incorporar a mi dieta, ya que con mi nueva vida en la que he incluido el deporte, creo que es un básico que tiene que estar en mi alimentación.
Me he decantado por empezar con algo facilito, para ir viendo como se comporta la masa y tal, por eso me he puesto manos a la obra con unas cookies. En mi investigación las he visto generalmente o solas o con manzana, y yo he querido darles una vuelta añadiéndole el sabor de speculoos ya que, como bien sabéis, soy totalmente adicta, y así también huyo del clásico chocolate (que eso no significa que reniegue de él ni mucho menos)
Vamos a empezar con la receta de la crema de galletas speculoos, aunque ya os la enseñé AQUI al hacer el cheesecake de estas galletas (también podéis utilizar de la ya preparada que venden en el Maxi Día de la marca Lotus):
Ingredientes:
- 175 gr. de galletas caramelizadas (speculoos, Lotus)
- 150 ml. de leche
- 50 gr. de azúcar moreno
- 60 gr. de mantequilla
Empezamos triturando las galletas hasta que sean un polvo lo más finito posible. Cuanto más finas las piquemos, más fácil será que se mezclen después y menos grumos tendrá nuestra crema. Una vez picadas, las reservamos.
En un cazo, incorporamos la leche y la calentamos hasta que esté tibia (no tiene que llegar a hervir). Añadimos el azúcar lo mezclamos bien con unas varillas (manuales o eléctricas). Cuando ya no queden restos, incorporamos las galletas trituradas y mezclamos de nuevo. Dejamos reposar la mezcla unos 30 minutos para que la galleta se ablande por completo y podamos deshacerla bien.
Pasado este tiempo, batimos ligeramente la mezcla y, por otra parte, derretimos la mantequilla. La vamos añadiendo poco a poco a la mezcla de leche y galletas, sin dejar de batir en ningún momento para que se incorpore por completo.
Una vez incorporada, ¡ya tendremos nuestra crema lista! La pasamos a un tarro o recipiente que se cierre de forma hermética y, sin taparla, la dejaremos en un lugar fresco y seco para que se enfríe.
Nota 1: En caso de que al terminar de incorporar la mantequilla veamos que queda algún grumo de las galletas, podemos pasar la crema por una batidora de brazo para que tenga una textura más fina.
Nota 2: Para conservarla la guardaremos en la nevera, pero esto hará que se endurezca por completo. Por eso deberemos sacarla un rato antes de consumirla para que vuelva a tener una textura más cremosa.
Y ahora vamos con la receta de las galletas:
165 gr de copos de avena Kölln suaves
75 gr de azúcar moreno
1 pizca de sal
1 huevo talla L
75 ml de aceite de girasol
1 cucharadita de vainilla
50 gr de crema de speculoos casera
Precalentamos el horno a 180 grados con calor arriba y abajo
Molemos o trituramos los copos de avena para hacerlos polvo, como una harina, yo he utilizado la thermomix, pero me imagino que el accesorio turmix de la batidora dará el mismo buen resultado
Mezclamos el azúcar y el huevo con unas varillas
Añadimos la vainilla y mezclamos
Añadimos el aceite y mezclamos
Añadimos la sal y nuestra harina de avena y mezclamos (aquí ya se hará difícil utilizar las varillas, casi seguro que tendréis que empezar a amasar con las manos)
Añadimos la crema de speculoos y mezclamos
Ponemos papel de horno en nuestra bandeja para hornear galletas.
Nos untamos las manos con un poco de aceite de girasol. Vamos cogiendo un poco de masa y le damos forma de bola, luego la aplastamos un poco con las palmas para darme forma de galleta y la ponemos en la bandeja..... Así poco a poco hasta acabar con la masa.... Recordar dejar espacio entre una galleta y otra porque crecen algo en el horno.
Horneamos 12 minutos
Sacamos del horno y trasladamos a una rejilla para que se enfríen por completo
Como veis es super fácil y super rápido!!!!!!!!!!! el resultado son unas galletas como a mi me pirran... Crujientes por fuera pero tiernas por dentro. De verdad que han sido todo un éxito, en el trabajo han volado!!!!!!!! ha sido una realidad el dicho ese de "me lo quitan de las manos oiga"!!!!!!!!!!!! y yo que pensaba que la avena era de régimen y sosa... Mira tú.....
Si queréis podéis poner algo mas de crema de speculoos por encima de las galletas, a modo de glaseado, para potenciar así ese sabor... Yo lo hice con la mitad.
Los boles son de Le creuset, el mini cake stand y el plato son de Maisons Du monde, la servilleta es de Green Gate y la cucharita es de Sabre
Un besazo bullente de ideas.
Ummmm que pintaza !!! Te han quedado divinas Olga y de seguro que riquísimas ....
ResponderEliminarBesos
De verdad que me sorprendió el resultado cuando las probé y no te imaginas el éxito que han tenido entre mi gente... Alucinada ando.
EliminarUn besote
Tienen una pinta estupenda!
ResponderEliminarEstoy totalmente maravillada.
EliminarBesos
Ay Olga que post tannnn interesante en todos los sentidos. Yo soy muy fan de la avena y sin embargo no sabía algunas de las propiedades que tú nos cuentas y por supuesto tu receta es pec ta cu lar! gracias por compartirla, las hare en cuanto pueda :) Besos mil
ResponderEliminarHay que ver todo lo que me aportas, te das cuenta? sin ti... Esto no hubiera pasado nunca y no habría conocido estas cosas.... Estamos en muy buena onda... Y encima coincidimos en el formato de nuestra primera receta... Parecida aunque no igual.
EliminarUn besazo
Tienen una pinta maravillosa! con esto del brinner estamos haciendo unas recetas estupendas!! me las apunto!!!
ResponderEliminarY tanto que si, yo ya empiezo a rozar la adicción.
EliminarBesis
Que pinta más apetecible. A mi me encanta la avena y los mueslis de Kolln, son deliciosos.
ResponderEliminarBesotes
Yo he de reconocer que no os conocía, ni de Kolln ni de nadie!!!!!!!!!! ahora estoy abriendo los ojos y me maravilla lo que me estoy encontrando... De estas van ya tres hornadas!!!!!!!!!!!!!!!!!
EliminarBesitos