Su origen es incierto, de lo que si se tienen documentos y es lo que podemos considerar actualmente su origen es que formó parte del menú que los deportistas ingerían en los primeros Juegos Olímpicos de la historia, en el año 776 a.C.
Los griegos serían, pues los inventores de este delicioso postre de queso que es aderezado con diversos preparados.
La receta fue apropiada por los romanos en la época en que conquistaron las tierras griegas y luego la expandieron por el resto de Europa. Pero al expandirla resulta que fueron descubriendo que el queso era preparado en las diversas regiones con diferentes técnicas culinarias.
De esta manera el cheesecake se fue redescubriendo así mismo con diversas combinaciones.
De esta manera los italianos le aplicaron el queso de ricota, los griegos aplicaron diversas variedades como la ricota, los quesos de granja, el queso feta, mizithra, suizo, inclusive combinaciones de éstos. Por su parte los alemanes siempre optaron por los clásicos quark y requesón.
Los franceses con su típica tradición de grandes culinarios prefirieron el queso Neufchatel y le han incorporado para lograr una torta de consistencia ligera y aireada.
Cuando la cheesecake se encontraba instalada en la gastronomía europea le llegó el momento de cruzar el Océano Atlántico. Ya en Estados Unidos un productor de quesos intentó elaborar la receta de cheesecake que incorpora el queso francés Neufchatel y por error dio origen al reconocido queso Philadelphia. Este error haría surgir el famoso cheesecake americano.
Yo ya he hecho varias tartas de queso, incluso otros postres con ese sabor (cupcakes, bundt cake, etc...) pero al ver ESTA receta del blog "Bakemania" me llamó la atención su original presentación... Tartas de queso individuales en capsulas de cupcakes... Una gran idea para tener el cheesecake ya en raciones, incluso mas fácil de comer... Así que, me puse manos a la obra en un santiamén
INGREDIENTES
• 1 cup (90 gr aprox.) de galletas digestive trituradas
• 4 tablespoons (56 gr) de mantequilla derretida
• 2 tablespoons (25 gr) de azúcar granulado
• 450 gr de queso crema (tipo Philadelphia)
• ½ cup (125 ml) de queso batido desnatado 0%
• ¼ cup (50 gr) de azúcar granulado
• 2 huevos
• 1 teaspoon (1 cucharadita de postre) de pasta de vainilla
• Mermelada de cereza casera o de vuestro sabor favorito
Comenzamos precalentando el horno a 160ºC y preparando una bandeja de cupcakes con 12 cápsulas de papel.
Mezclamos la galleta triturada junto con la mantequilla derretida y los 25 gr de azúcar.
Dividimos la mezcla entre las 12 cápsulas y presionamos con los dedos para formar una base homogénea en cada cápsula.
Horneamos durante 6 minutos, o hasta que se doren.
Sacamos del horno y dejamos enfriar por completo.
Mientras, preparamos el relleno.
Batimos el queso hasta que quede una mezcla cremosa.
Añadimos el azúcar y el queso batido. Continuamos batiendo.
Incorporamos también la vainilla y los huevos.
Batimos hasta obtener una masa homogénea libre de grumos.
Vertemos la mezcla sobre la base de galleta de las doce cápsulas. Llenamos hasta prácticamente el borde de la cápsula, ya que estas tartas no crecen demasiado en el horno.
Horneamos durante 20 minutos.
Sacamos del horno y dejamos enfriar por completo. Una vez frías refrigeramos durante 1 hora aproximadamente.
Cubrimos las mini tartas con nuestra mermelada favorita y volvemos a conservar en la nevera hasta que llegue el momento de servirlas.
Yo, en este caso, he querido darle un toque de originalidad a la receta, y por eso la he cubierto con mermelada casera de cereza, algo poco visto, pero consideraba que el sabor cuadraba perfectamente con la tarta, ya os hablé de ella cuando os enseñé ESTOS Scones.
Mermelada de cereza
Ingredientes:
400 gr. de cerezas deshuesadas
200 gr. de azúcar blanco
1 tablespoon (15 ml.) de zumo de limón
Lavar y deshuesar las cerezas. Una vez limpias deberán pesar 400 gr.
Trocear las cerezas en cuatro trozos y ponerlos en un cazo. Añadir el azúcar y el zumo de limón. Calentar a fuego medio-alto y dejar hervir, removiendo de vez en cuando y desespumando, hasta que la mermelada esté hecha (25-30 minutos). Si tenéis un termómetro deberá marcar 104ºC.
Una vez la mermelada esté hecha, poner la mermelada en un tarro de cristal esterilizado. Dejar templar.
Los trozos de cereza todavía serán apreciables. Si la queréis sin trozos siempre podéis triturarla como paso final.
El resultado es realmente espectacular. Como podéis ver, a mi me ha dado para 12 mini tartas y para otra de unos 15 cms (la cual la tuve en el horno 35 minutos, si no recuerdo mal). La base tiene un toque caramelizado al llevar el azúcar junto con la galleta, el cual se crea al hornearlo por separado. La tarta queda muy cremosa, con un sabor suave. La combinación del relleno con la mermelada de cereza es espectacular, de verdad.
Como salen cantidad, esta receta ha sido probada por mis compañeras de master, mis compañeras de trabajo y la grande ha sido dilapidada por los compis de mi chico... La opinión fue unánime.... Realmente espectacular, y, como digo, la versión "de bocado" encantó por su formato, muy poco visto.
El paño y la cuchara son de Green Gate, el muestra cupcakes es de Westwing, la copa es de Maisons du monde, las hueveras son de la tienda Casa y la mini cazuelita es de Williams Sonoma.
Besines encantados de dar con recetas típicas reinventadas de forma original
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