viernes, 3 de junio de 2016

Cupcakes mini tartas sacher

Vamos a empezar un poco con la historia de esta tarta


Rara vez una tarta tiene tanta historia y popularidad como la tarta Sacher o Sacher Torte. Hoy en día son muchos los turistas que acuden a la ciudad donde tuvo origen esta tarta tan sólo con la intención de probar la receta original. La tarta Sacher se preparó por primera vez en el año 1832 por el ayudante de cocina Franz Sacher, que la hizo especialmente para sorprender al príncipe Klemens Wenzel Lothar von Metternich con una tarta que finalmente acabaría siendo en parte de la historia de esta ciudad. 

Al parecer el jefe de cocina principal del hotel no estaba ausente de su puesto y fue este joven ayudante, que por entonces no había cumplido ni los 17 años de edad, quien tuvo que encargarse de servir al Príncipe. La tarta que preparó sorprendió gratamente a todos los invitados y fue el comienzo de una gran cerrera como cocinero. 




Desde la creación de la tarta Sacher, hace ya más de un siglo y medio, se ha seguido elaborando de la misma forma y con los mismos ingredientes. La original tarta Sacher se compone de dos mitades de bizcocho de chocolate, y en el medio de los bizcochos una capa de mermelada de albaricoque, y se cubre la tarta con una capa de un glaseado de chocolate intenso. Esta tarta se puede tomar acompañado de crema Chantilly, ya que el bizcocho puede resultar un poco seco. 

Eduard, el hijo de Franz Sacher comenzó a preparar la tarta Sacher en una confitería en la que trabajaba, llamada Demel, antes de marcharse y abrir el famoso hotel Sacher (Viena), dónde siguió preparando la tarta. Años después de la muerte Eduard, sus herederos mantuvieron una disputa legal durante años con la familia del dueño de la pastelería Demel, para ver quién sería el propietario legal de la receta. La justicia al final dio la razón a la familia Sacher, confirmándolos como los creadores, pero a día de hoy ambos establecimientos siguen vendiendo la tarta Sacher, y son tan similares que la diferencia más apreciable es que la del hotel solo lleva una capa de mermelada y la de la pastelería lleva dos. 


Hacía muchísimo que no me ponía mano a mano con unos cupcakes, y la verdad es que los echo de menos, así que esta vez he querido hacer una mezcla de ambas cosas: los cupcakes y esta tarta.... Y así ha sido como han surgido estas "mini tartas"

Cupcakes de chocolate

115 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
220g de azúcar blanco
2 huevos L
240g de harina
1 cucharadita y media de levadura 
120 ml de leche semi desnatada
1 cucharadita de esencia de vainilla
30 gr. de chocolate en polvo sin azúcar

Precalentamos el horno a 180º (160º si es con ventilador).
Preparamos la bandeja para cupcakes con 12 cápsulas grandes.
Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que se integren y la mezcla se aclare.
Añadimos los huevos, uno a uno, batiendo hasta que se incorporen.
Tamizamos la harina con la levadura y el chocolate.
Preparamos la leche en un vaso junto con la esencia de vainilla.
Añadimos la mitad de la harina y batimos a velocidad baja hasta que se incorpore.
A continuación, añadimos la mitad de la leche y volvemos a batir a velocidad baja.
Añadimos la otra mitad de la harina y batimos de nuevo, y finalmente el resto de la leche.
Repartimos la mezcla en las cápsulas, sin llenarlas más de 2/3.
Horneamos 22-25 minutos o hasta que un palillo salga limpio.
Dejamos enfriar en el molde 5 minutos y después pasamos los cupcakes a una rejilla, hasta que se enfríen por completo.


Mermelada de albaricoque

1 kg de albaricoques, 
750 gr de azúcar aproximadamente 
el zumo de medio limón

Cogemos los albaricoques y los lavamos bien bajo un chorro de agua fría. A continuación los cocemos hasta que estén blandos, unos 5 a 10 minutos.

Los escurrimos, retiramos los huesos una vez que la pulpa esté fría y los pasamos por un pasapuré para eliminar la piel

Pesamos el total de la pulpa y le añadimos la misma cantidad de azúcar. Añadimos además el zumo de medio limón. 

Cocemos la mezcla con una cuchara de madera hasta que empiece a espesar y observemos que la mermelada se pega y cubre la cuchara o bien si la ponemos en un plato (una cucharada) vemos como empieza a espesar y tiene consistencia.

En ese punto la sacamos y guardamos en unos botes destapados hasta que enfríe.


Glaseado fondant:

100 gr de azúcar glass
5 cucharadas (35 ml) de agua
75 gr de chocolate de cobertura

En un bol pequeño incorporamos el azúcar glass y el agua y disolvemos bien.

Por otro lado en un cuenco disponemos el chocolate para fundirlo en el microondas. Hacedlo en tandas de 20-30 segundos y removiendo cada vez, con cuidado de que no se queme el chocolate.

Una vez fundido, incorporamos el chocolate a la mezcla de azúcar y mezclamos bien hasta obtener una mezcla homogénea.


El montaje es muy fácil, quitamos la cápsula de cupcakes, lo abrimos a la mitad y lo rellenamos con la mermelada y acabamos cubriendolo enteramente con la cobertura.

Un gran clásico al que le he querido dar este toque "cupcakero" y que por ello no ha perdido ni un ápice de su delicia.

El bote es de Tape Pink, los platos son de Zara home, la cuchara es de Sabre y la tabla es de Muy mucho por muy poco.

Un besín de un clásico con una vuelta de rosca

2 comentarios:

  1. Me encanta esta tarta!! Una vez la probé en un restaurante y me enamoré de ella. La he hecho muchas veces porque es la preferida de mi marido pero nunca la he subido al blog!! Tu receta me parece fantástica y la idea de los cupcakes tb y ahora mismo mataba por un troz con el café!!!! Un beso guapa.

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    1. Es un gran clásico verdad? por eso he querido darle una vueltecita y hacerlo en formato cupcake. Pues la próxima vez que la hagas la subes, me encantaría ver esas fotos que le harías.

      Un besote

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