Galett de fresas con chocolate

Fresas con chocolate

Acaso hay algo que diga mas San Valentín por todos lados que las fresas con chocolate? Yo creo que no…. Y si estáis pensando que las fresas con champagne también es un clásico, estáis en lo cierto, pero otro de los regalos topicazos de este día es el chocolate, más en formato de bombones, o no? Así que lo mires como lo mires es un también casi obligatorio.

Este año me ha dado por pensar de donde venía esta celebración, porque hay muchos que piensan que es el día de “San Corte Inglés” (y que no digo yo que no tengan su parte de razón), pero está claro que tiene su origen en algo mucho mas remoto y me ha picado la curiosidad. La versión mas extendida es esta, y me ha parecido preciosisisisisma (yo la he sacado de educando).

El origen de esta celebración se remonta hacia el siglo III, en Roma, la cual está basada en una leyenda que cuenta la emotiva historia de un sacerdote que desafió las órdenes del emperador romano Claudius Aurelius Marcus Gothicus, Claudio II, quien había prohibido la celebración de matrimonios para los jóvenes, porque a su entender los solteros sin familia y con menos ataduras eran mejores soldados. 

El sacerdote San Valentín consideró que el decreto era injusto y en secreto celebraba matrimonios para jóvenes enamorados. El emperador Claudio ordenó que se  encarcelara a Valentín. Entonces, el oficial Asterius, encargado de encarcelarle, quiso ridiculizar y poner a prueba a Valentín. Le retó a que devolviese la vista a una hija suya, llamada Julia, que nació ciega. Valentín aceptó y, en nombre del Señor, le devolvió la vista.

Este hecho estremeció a Asterius y su familia, quienes se convirtieron al cristianismo. De todas formas, Valentín siguió preso y el débil emperador Claudio finalmente ordenó que lo martirizaran y ejecutaran el 14 de febrero del año 270.

La joven Julia, agradecida, plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba. De ahí que el almendro sea símbolo de amor y amistad duraderos.

Y como recién adicta que soy a las galetts, este año he querido hacer una del gran topicazo de este día, las fresas con chocolate… a parte le he añadido algo de mi cosecha porque sino no sería yo, por supuesto. Y la forma estaba clara como tendría que ser no? Degustamos esta delicia el día de la celebración de mi papa, que cumple años el 30 de enero, y considero que, aunque un poco “pasteloso”, el amor de la familia es muy apropiado de celebrar también.

INGREDIENTES:

PARA LA MASA SABLÉE:

150 g. de mantequilla a temperatura ambiente

30 g. de azúcar normal

60 g. de azúcar glasé

2 g. de sal

1 huevo talla L

280 g. de harina 

PARA EL RELLENO:

150 gr de fresas (dependerá del tamaño de las fresas)

1 cucharada de avena

20 g. de azúcar

2 cucharadas de leche condensada

100 gr de chips de chocolate

PREPARACIÓN:

Para la masa sablèe mezclar la mantequilla, el azúcar y la sal.

Añadir el huevo y mezclar.

A continuación agregar la harina y remover hasta tener una masa ligeramente enganchosa.

Colocar la masa entre dos papeles vegetales, estirar con un grosor de 0,4 mm. y dejar reposar en la nevera 1 h.

Precalentar el horno a 180º.

Sacar la masa de la nevera, retirar el papel superior y cortar un círculo de unos 25-30 cm. de diámetro.

Colocar la masa en el molde con forma de corazón (o sobre la bandeja del horno si vosotros no le vais a dar ninguna forma) y poner la masa sobrante en los laterales del molde.

Lavar bien las fresas y cortar en gajos. Ponerlas en un bowl y echar el azúcar. Mezclar muy bien y dejar 15 minutos en la nevera para que se integren.

Echar las dos cucharadas de leche condensada en el fondo de la masa. Esparcir por encima la avena. Echar ½ de los chips de chocolate por el fondo. A continuación colocar las fresas de la forma que más nos guste ajustándola bien al borde (si lo estáis haciendo sin forma tendréis que dejar un borde sin cubrir de unos 3-4 cm).

Esparcir los chips de chocolate restantes. Seguidamente iremos doblando el borde de la masa hacia abajo (hacia arriba si no le estáis dando ninguna forma especial), cubriendo ligeramente parte de las fresas.

Espolvorear un poco de azúcar sobre el borde de la masa y hornear 25-35 min. Deberá quedar dorado.

Cada vez me convenzo mas que le eches lo que le eches a este formato es que queda divino y triunfarás segurísimo… Porque es algo dulce pero no empalagoso, y que llena pero no empacha… como me gusta además que acepte cualquier cosa que se te pase por la imaginación, que la mía es muy fructífera.

Un besazo.