Hay que ver como te cambia la vida y los gustos. A los que me seguís de forma continua desde hace tiempo habéis podido vivir conmigo esa transición que ha hecho mi paladar desde ese enganche a la comida ultraprocesada al conocimiento, aceptación y degustación de la comida real... Como había cosas que antes no me gustaban y que ahora me he hecho una fan loca... Una de esas cosas ha sido el café.
Antes cuando lo tomaba por pura necesidad para espabilarme o mantenerme despierta lo que hacía mas bien era tomar un tazón de leche manchado con un poco de café. Ahora que ya he podido ir conociendo los distintos tipos que hay, probándolos, la diferencia entre natural y torrefacto y los aromas distintos entre un café y otro ya es otro cantar.
Hasta mi mayor handicap ya está superado, porque a pesar de que os he dicho que tomaba nada y menos de café en un tazón de leche, lo tenía que endulzar una barbaridad para que pasara. Ahora que ya he reducido a cero el nivel de azúcar en mi organismo, y el de edulcorantes artificiales al mínimo, mi problema estaba en como endulzar el café... Empecé probando con las leches que tren azúcares intrínsecos en su composición, como la de almendra o la de soja, pero no me gustaba el sabor.
Luego probé con algunos edulcorantes que se supone son "menos malos" para la salud como la Stevia pura, pero oye, que no, que a mi me deja un regusto muy raro al inicio de la garganta y no había forma de que eso pasara. Luego seguí con la canela, y ésta me ayudó mucho, porque la de Ceylan tiene un toque dulce que va muy bien, pero también es cierto que le aporta su toque, con lo que el café pierde algo de su intensidad y sabor. Al final, tiré por el camino de en medio y ahora me lo tomo sin nada y... Sabéis que? que ya me he acostumbrado y genial!!!!!!!!!!!
Esa es la mayor prueba de que el paladar y el cuerpo se acostumbra a todo. Yo ya lo tenía claro porque me pasó con el azúcar, por eso enseguida tuve la determinación de dejar de intentar endulzarlo y acostumbrarme a su sabor. Pero está claro que ésto dependerá mucho del tipo de café que tomes y como lo tomes.
Y como requetefan que soy del café ahora, un postre que me llama muchísimo la atención es el tiramisú. Por descontado que estoy deseando hacer la versión saludable del postre tradicional, pero es que cuando vi estos donuts no me pude resistir y me lancé en picado a hacerlos, a pesar de que iba con algo de miedo, cosa que antes no me pasaba, por el tema de si me saldrían o no.
Como os conté en el poste de ESTOS mini cupcakes de boniato con frosting de aguacate, que deberían haber sido donuts, mi molde se pegó con ellos, al ser de metal. Se supone que es por la receta en sí, que se agarra mucho a éstos moldes, de ahí que sea necesario que sea de silicona. Pero ya sabéis lo que pasa también, cuando un molde se empieza a agarrar... Ya es todo cuesta abajo y mejor ir pensando en reemplazarlo.
Yo ya he hecho lo propio comprándome unos de silicona, pero como la situación que tenemos es la que es, pues no me han llegado todavía, así que decidí arriesgarme con ellos y si al final tenía que comer migas... Pues mejor eso que nada!!!!! Pero la verdad es que han quedado perfectos!!!!!! Yo sigo prefiriendo los moldes de metal porque me parecen mas "limpios", es que al final los de silicona pillan como una especie de "regusto" que pasan a los alimentos que haces en ellos que... No me convence.
La receta es de mi querida Cristina del blog "Petit Fit". Ya sabéis que acaba de sacar un libro y que yo ya me he puesto a full con las recetas de el mismo, pero como la chica no tiene fondo y es un sin fin de ideas, pues no puedes dejar de tener pendientes suyos, ya que en su cuenta de instagram nos sigue creando antojos y necesidades sin parar!!!!!!!!!!
Esta receta es anterior a su libro, la podéis ver AQUI, también es cierto, así que imaginaros cuan grande es mi pila de recetas pendientes, pero, mira, no hay mal que por bien no venga, y si de algo nos está sirviendo ésta cuarentena es para poder sacar esos atrasos de ideas que tenemos en la mente.... Aunque también tiene su parte mala, veremos como salimos de casa cuando todo ésto acabe, en serio que me aterra ponerme unos vaqueros... No da la vida para quemar todo lo que cocino!!!!!!!!!!
A parte de con los atrasos dulces, me he puesto con las recetas saludables saladas, algo a lo que le tenía muchas ganas porque no me prodigo demasiado por falta de tiempo, solo me puedo poner un poco con ello el fin de semana, así que ahora me paso horas en la cocina como loca, a parte de porque me gusta, porque me ayuda a gestionar mi ansiedad y me hace evadirme y disfrutar... Lo malo es cuando está todo listo, has visto que te ha salido bien y delicioso... Pero llega la hora de comerlo!!!!!!!!! Como poder resistirse? y mas en mi casa, que ya sabéis que no se tira ni una miga... En fin, en algún momento volveremos a la normalidad y ya lidiaremos con esto... Ahora toca pasar el confinamiento lo mejor que podamos.
INGREDIENTES
Donuts
80 gr de harina de avena.
50 gr de harina de almendra.
100 gr de yogurt natural.
100 gr de pasta de dátil.
2 huevos talla L.
10 gr de aceite de coco.
5 gr de levadura.
150 ml de café
Frosting
200 gr de queso philadelphia (light si quieres).
100 gr. de crema de anacardos.
120 gr de yogurt natural.
80 gr. de pasta de dátil.
PREPARACION
Precalentamos el horno a 180°C con calor arriba y abajo.
En un bol añadimos los ingredientes secos tamizados: harina de avena, harina de almendra y levadura.
En otro bol mezclamos los ingredientes húmedos: huevos, aceite de coco, yogur y pasta de dátiles.
Echamos poco a poco la mezcla de ingredientes secos al bol de ingredientes húmedos y removemos hasta conseguir una textura homogénea.
Vertemos la mezcla en un molde de donuts previamente engrasado con spray de fácil desmoldado, dejando 1 cm sin rellenar.
Horneamos a 180°C durante 12 minutos o hasta que al pincharlos con un palito, este salga limpio.
Los sacamos y dejamos atemperar antes de desmoldar.
Mientras tanto, preparamos nuestro café favorito y lo reservamos en un bol.
Una vez atemperados, los desmoldamos y bañamos en el café. Dejamos escurrir el exceso y los colocamos en un plato.
Para el frosting mezclamos con la batidora todos los ingredientes hasta que sea una pasta homogénea.
Agregamos nuestro frosting por encima de cada donut. El toque final se lo damos espolvoreando cacao por encima.
Mi aportación a la receta ha sido la receta de mi propio frosting de queso, desde que dí con ella me he enamorado y me he hecho totalmente adicta, no puedo dejar de comerla. Por eso os he dejado mas arriba el enlace a su receta por si queréis hacer su versión al 100%. Los donuts quedan terriblemente jugosos y esponjosos, las fotos hablan por si mismas.
A mi me han salido 8 uds (en mi molde solo entras 6 unidades, así que con el resto de la masa hice cupcakes y, como véis.... Ni tan mal!!!!!!!!!!!), y si te quieres comer los donuts tal cual, sin frosting pues cada uno tendría unas 123 Kcal, pero os aseguro que para el aumento de calorías que tiene, ese frosting merece mucho la pena, y entonces así y solo así serán donuts de tiramisú.... Serían unas 193 Kcal por unidad.
Un besote enorme gente, y, recordar #undiamasesundiamenos
Ummm, seguro estan de vicio¡¡¡, besos
ResponderEliminarDe verdad que si, super jugosos y con una combinación de sabores brutal. Un abrazo
EliminarOlga en mi blog hay más de una receta con café y en alguna (o varias de ellas) he contado que mi relación con esta bebida viene de largo (vamos, de toda la vida, yo creo que con cinco o seis años ya lo tomaba cuando iba a casa de mis abuelos paternos)
ResponderEliminarMis hijas lo huelen y se vuelven locas desde antes de cumplir siquiera el primer año y aunque no les damos sí que les dejamos probar la espuma o una cucharilla que le mojamos en nuestra taza. Generalmente en la mía que no lleva leche ni endulzantes.
Al menos desde los 13-14 años dejé de usar azúcar. Ni para la leche, ni para el café ni años después para el té (este lleva en mi vida desde los 30 o así, he de reconocer que fue lo que más me costó) y a día de hoy un café con azúcar o hiper mega cargado de azúcar, hasta el punto de parecer casi miel, que los he visto con dos y tres azucarillos, es una de las porquerías mayores que se me ocurren y hablo con conocimiento de causa qeu mi marido es de los de extra de azúcar en todo y alguna vez probé para ver a qué sabía así y arcadas me dan sólo de pensarlo.
Una vez te acostumbras al sabor poner algo en el café es como pensar añadir hielo o gaseosa a un buen vino ja ja ja
Todos los postres con café me encantan y si lo combinas con chocolate (muy negro y puro) es todo un placer.
ME encantan tus donuts, tienen que ser puro vicio ¡no me extraña que no pudieras esperar!
¡Besos mil!
A mi me parece bien que les des ese ripio a las niñas... En mi caso a mi me pasaba con el champangne... Yo no se si sería por las burbujas y las cosquillitas o por lo fresquito pero es que el caso es que me encantaba... Mi madre me mojaba el chupete en el mismo y yo por poco lo desgastaba de tanto chuparlo, y no había manera de callarme con el "mas".... Hasta el punto que cuando no me hacían caso yo me lanzaba en picado a intentar mojar el chupete... Y si el nivel no daba para ello (está claro que era muy pequeña y no sabía que había que volcar la copa) pues yo apretaba y apretaba para intentar meter el chupe... Pocas copas de champagne de la cristalería de la familia sobrevivieron a mi vicio.
EliminarMi chico es como el tuyo, endulzador máximo. La verdad es que él no es mucho de café, es de colacao, pero es que le echa azúcar al colacao!!!!!!!! para mi eso ya es el colmo del extremismo. Un día lo probé y era horrible.
Y esa combinación de café y chocolate, estoy de acuerdo contigo, el chocolate, cuanto mas negro, mejor.
Un besito
Yo a los doce o trece años dejé de ponerle azúcar al cola cao y al Nesquik. Entonces en mi casa tomábamos cola cao en invierno y nesquik y verano (ahora sólo nesquik, porque yo a la leche de la mañana le pongo una cucharadita porque no me gusta que huela a leche, manías)
EliminarPoco después en casa de mi abuela mi tía hizo leche con cola cao para todos y un poco más y vomito porque le había puesto azúcar y con tan pocos años ya me parecía algo que no se podía tragar.
Mi marido también le pone muchísimo al café y a todo lo que se toma. Intento hacerle entrar en razón, pero no quiere. Y como es su salud y no la mía a estas alturas yo ya he dejado de discutir.
Buenísimo lo de tu enganche con el cava. Si es que hay cosas que son genéticas lo mires por donde lo mires.
¡Besos mil!
Buf, es que para mi ahora pensar en un vaso de leche chocolateada, me da igual con qué, con azúcar me resulta... Puaj!!!!!!!!!! que gran verdad es eso de que el paladar se puede educar, y no solo de pequeños... Yo lo noto una barbaridad.
EliminarPues si chica, deja de luchar cntra molinos de viento porque te ahorrarás muchas discusiones, es su vida, que la gestione como él vea.
Besos