lunes, 25 de mayo de 2020

Natillas tradicionales al microondas

Me da vergüenza venir con esto hoy


Es que llamar a esto receta se puede considerar pecado, porque no hay cosa mas fácil, rápida y sencilla, pero es que creo que puede ser de gran utilidad precisamente por eso, al final éstas son las recetas que nos salvan la vida, las que mas nos gustan y las que mas utilizamos, aquellas que nos quitan el antojo de un dulce sin tenernos que complicar demasiado.


Y es que siempre volvemos con lo mismo, en ésta sociedad que vamos como los locos, lo que mas valoramos en la vida es el tiempo. Y está claro que cocinar y repostear nos gusta, pero tampoco nos encima estar horas y horas en la cocina para ver como resultado un único plato o postre, nos gusta que nos cunda y que, además, esté rico.... Porque si, nos gusta la cocina, pero además nos gustan un millón de cosas mas y queremos tener tiempo para todo.


El otro día escuché el termino "sociedad impaciente" y parándome a pensarlo he de reconocer que están en lo cierto, hoy en día somos unas personas que queremos las cosas de inmediato y nos cuesta mucho aceptar que una cosa que hagamos nos salga mal o no con el resultado esperado porque hemos invertido tiempo en ello (mucho o poco), somos muy exigentes.


Yo hay momentos que pienso en que tenemos que aprender a valorar el esfuerzo que dedicamos a cada cosa, está claro que no pueden quedar igual unas natillas echas al microondas que unas natillas tradicionales de toda la vida... No se le puede pedir peras al olmo, así que hay que saber valorar lo que tenemos según el esfuerzo que invirtamos.


Y, como siempre, me ha picado la curiosidad por saber de donde viene éste postre, por su historia, porque creo que es uno de los mas extendidos por toda España y, es mas, diría que por todo el mundo. Y algunos territorios tienen sus propias adaptaciones, con sus propios nombre que "dicen que se parecen pero que no son lo mismo".


Aunque se desconoce el origen exacto de las natillas, se cree que su nacimiento se originó en los conventos europeos. La principal razón de esta teoría es por la sencillez de su elaboración y el reducido coste de sus ingredientes (leche, huevos, azúcar), algo que lo hacía un plato idóneo para los conventos. No obstante, hay otra creencia bastante extendida que sitúa el origen de natillas en la repostería francesa durante la época del Renacimiento.


Lo que si está claro es que las natillas nos lleva a la Edad Media. O, al menos, hasta ahí podemos rastrear su origen. Se supone que este plato sería una variante de las primeras cremas que ya aparecen registradas en el siglo XIV en varios recetarios. A partir de ese momento aparecieron variantes locales, cuyos ingredientes cambiaron a partir de la llegada de especias como la vainilla y el refinado del azúcar.


Así pues, mientras en Francia se hacía fuerte la crème brûlée, en los territorios españoles se instauró lo que ahora conocemos como natillas. ¿La principal diferencia? El uso de la leche, que le da una consistencia menos densa y que no se quema la superficie al final de la preparación. En un punto medio quizá se encuentra la crema catalana, que comparte características con ambos postres.


Llegados a éste punto vamos a hacer hincapié en que hoy en dia puedes encontrar natillas casi de cualquier sabor, las tradicionales han evolucionado dejando pasos a ingredientes como el chocolate, que ya también se pueden considerar otros grandes clásicos, y ahora en verano las cítricas (de limón o de naranja) tienen una gran aceptación porque además refrescan cantidad. Pero que también las he visto de cosas impensables como sandia, donut o menta.


Para el tiempo que vamos ya son una gran aliado porque para su realización no se tiene que usar el horno, y en nuestro caso ni siquiera vamos a tener el calor del cazo, con el microondas nos bastará. Además, como se conservan en el frigo, a la hora de disfrutarlas se agradecen porque refrescan cantidad al estar en frío.


La receta viene de la mano de Nuria, cuyo perfil en Instagram es "Nurfit7" y que podéis ver AQUI. Ya os he hablado de ella para que la conocierais con este bizcocho de chocolate super jugosa que podéis ver AQUI, y en Instagram también os he dejado una receta de albóndigas realizadas con soja texturizada que me enamoraron. Así que cuando veo una receta suya que me engancha, me lanzo de cabeza porque sé que va a salir redonda.


INGREDIENTES

300 gr de leche desnatada.
200 gr de claras.
1 huevo talla L.
ralladura de un limón.
1 cucharadita de canela en polvo.
1 cucharadita de esencia de vainilla.
50 gr de dátiles.


PREPARACION

Infusionamos la leche con el limón y la canela. Lo puedes hacer en un cazo o en el microondas, lo importante es que rompa a hervir para que se haga bien el proceso de infusionar.

Una vez hecho, pasamos la leche al vaso de la batidora y añadimos el resto de los ingredientes. Mezclamos hasta integrar.

Pasamos a un bowl apto para microondas y lo metemos 3 minutos a máxima potencia. Sacamos y removemos. volvemos a meter otros 3 minutos mas.

Sacamos y volvemos a pasar al vaso de la batidora y trituramos bien. Rápidamente (porque cuaja enseguida) vertemos la masa en nuestros vasos, ponemos la galleta encima y llevamos al frigo. Espolvoreamos con canela al tomar (opcional).


Y lo que es tradicional es que las natillas lleven una galleta encima. Este si que ha sido un punto peliagudo de intentar mantener ya que todas las galletas que se pueden comprar son ultraprocesadas y bastante malas nutritivamente hablando, a éste respecto está claro que si te quieres cuidar las tienes que hacer tú en casa.... Y galletas tipo María no es que se vean mucho ni sean habituales, casi todo lo que hay es tipo cookie.


Así que como todo en la vida, no hay que llevar las cosas al extremo, y yo siguiendo la recomendación de Nuria también me he comprado unas galletas Cookisanas de avena de la marca Santiveri que podéis encontrar AQUI. Está claro que no son perfectas, pero no están del todo mal, y lo que hay que tener claro es que la excepción no marca la regla. Tambén tienen de sabor chocolate, manzana y naranja, pero rica de verdad, para mi gusto, solo éstas.

Estas natillas además de rápidas son super ajustadas en calorías, a mi me han salido 5 unidades y cada una tendría unas 80 Kcal (sin la galleta), y son altas en proteínas también.

Un besazo.

3 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  2. Me encanta tu propuesta Olga y estoy de acuerdo en todo lo que comentas.

    El término sociedad impaciente nos define en general bastante bien. Lo queremos todo y lo queremos ya, obviando que no siempre el camino es corto ni la satisfacción de nuestros deseos inmediata.

    Por otro lado tampoco debemos olvidar, culinariamente hablando, que a veces la rapidez está reñida con el resultado final. No siempre, pero en muchas ocasiones sí. Es posible que estas natillas sean brutales y no tengan nada que envidiar a la tradicionales, pero seguramente al probarlas nos falte un algo. Y no es fallo de la receta, es que no pueden ser idénticas al 100% a las otras que conllevan si no una elaboración más compleja, porque en realidad no son complicadas, sí más tiempo para estar pendientes de ellas al fuego.

    No obstante a simple vista me parecen brutales y una receta a tener en cuenta para alguna emergencia o algún capricho de esos que no puede esperar. Está haciendo bastante calor y aunque dentro de casa aún es soportable y no se nota tanto en nada encender el horno dará un poco de pereza.

    ME las guardo, que tienen muy buena pinta

    ¡Besos mil!

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    1. Hola cuca,

      Esta claro que eso es así!!!!!!!! hay muchas cosas en la cocina que llevan su tiempo para que adquieran ese sabor tan característico... Y es el caso de éstas natillas, que si que recuerdan a las tradicionales, pero les falta ese punto.... simplemente en el color es apreciable... Pero es que no se puede tener todo.... Rápidas, al micro y saludables.... A algo debes renunciar my friend!!!!!!!!

      Pero esto es como todo... Si asas carne en el horno queda deliciosa y de maravilla... Pero a que si la asas en un horno de lecña queda mucho mejor con ese toque ahumado y ese tiempo a fuego lento? pues ea!!!!!!!! ahí es donde está la clave....

      En la cocina se necesita tiempo y paciencia, puedes buscar un atajo, por supuesto, y que esté rico y parezca el tradicional, claro, pero no olvides que no lo es... Pero eso no significa que no merezca la pena!!!!!! a la que renuncias por lo que ganas (algo de sabor versus tiempo y calor).

      Un besote.

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