Pastelitos de boniato, calabaza y miel

Si si si si, está claro que para mi el boniato ha sido todo un descubrimiento

En la tarta formato Pie que os enseñé AQUI fue donde nos conocimos y me enamoró la textura que deja, algo diferente. Así que estaba ansiosa por seguir probando y experimentando con ella. Para hacer un postre digno de temporada, se me ocurrió mezclar el boniato y la calabaza, me daba la sensación que iban a encajar perfectamente. Además me habían comentado que el boniato va muy bien con la miel, así que... También quería utilizarla

Con lo que me puse a investigar un poco por la red y vi ESTE maravilloso bizcocho de Maribel del blog "cocinando entre dos mares" decidí tomarlo como punto de partida y yo lo que le añadí fue la miel y le cambié la cobertura.

A parte, como estamos en la quincena del amor, pues yo he utilizado unos mini moldes que tengo con forma de corazón para adaptarlos y hacerlos muy románticos, como esta temporada se merece, así que reduje el tiempo de horneado también

Ingredientes:

125 g de calabaza cocida o asada.

125 g de boniato asado.

250 g de azúcar.

250 g de harina.

8 cucharadas de aceite de oliva suave.

3 huevos.

1 sobre de levadura química ( 16 g )

2 cucharadas soperas de miel

para la cobertura

200 ml de nata para montar (yo utilicé vegetal)

miel al gusto (yo utilicé dos cucharadas, porque no me va mucho, podéis añadirle mas)

colorante rojo (opcional, para darle ese tono rosado romanticón)

Preparación:

Asamos los boniatos y la calabaza en el microondas, por separado. Los envolvemos en papel film transparente y los ponemos unos 10 minutos a máxima potencia, sabéis que esto depende de vuestro micro. En lo que tenéis que fijaros es que esté tierno.

Pelamos y trituramos el boniato y la calabaza con el pasapurés ( puede triturarse con un tenedor ) reservamos tapado, hasta que enfríe.

Batimos los huevos, añadimos el azúcar, el aceite y seguimos batiendo, añadimos el puré de calabaza y boniato y batimos hasta integrar todo bien.

Vamos añadiendo poco a poco la harina tamizada con la levadura y moviendo suavemente con una espatula, cuando pongamos toda la harina batimos un poco, para que se integre todo bien.

Poner la masa en el molde engrasado, meter en el horno precalentado a 180º durante unos cuarenta minutos, pero para estar seguros que está hecho, pinchamos con un palillo, que debe salir limpio.

Sacamos del horno, dejamos templar, desmoldamos y dejamos enfriar totalmente sobre una rejilla.

Cobertura

Montamos la nata, le añadimos la miel, poco a poco, al gusto, y cuando la tengamos perfecta, con un palillo, le añadimos el colorante rojo, ya sabéis, poco a poco también. Batimos muy bien para que el color se quede uniforme.

El resultado es sublime, de verdad, el sabor es muy especial, y la textura impresionante, terriblemente jugoso, además conseguí darle el punto que me encanta, una mitad textura estilo bizcocho y la otra mitad textura fudge... Absolutamente espectacular. Y la cobertura de miel es el complemento perfecto, porque, además, al ser nata no le quita jugosidad, al revés, incluso le aporta algo mas.

De todos modos sigo con millones de ideas más en la cabecita, así que volveréis a oír hablar de este ingrediente.

El saco es de Dealz, el cupcake stand con campana es de Westwing, el vaso y la huevera es de Green Gate, la bandejita es de muy mucho por muy poco y está pintada a mano por mi amigo Kike con chalk paint y luego un efecto perla, la servilleta es de Casa y las cucharitas son de un mercadillo de Alemania.

Besos totalmente ilusionados con los nuevos descubrimientos que son amor a primer bocado