lunes, 28 de octubre de 2019

Bizcocho Carrot Cake

Hoy traigo otro clásico versionado de manera saludable


¿Conoces la historia de esta fantástica creación? La carrot cake, es un pastel dulce con zanahoria machacada mezclada en la masa. La zanahoria se ablanda en el proceso de cocción, lo que le aporta una textura densa y suave. Para conocer la historia de la carrot cake tenemos que remontarnos hasta la Edad Media. En aquella época, los endulzantes eran muy caros y difíciles de conseguir, por lo que realizar tortas y otros tipos de recetas de repostería resultaba algo complicado. 


Por ello, se extendió la costumbre de utilizar calabaza, zanahoria y remolacha, verduras excepcionalmente dulces, como endulzantes en la cocina. El uso de la miel y el azúcar blanco en el día a día, únicamente estaba al alcance de las clases pudientes y los conventos. Siglos después, los emigrantes la llevaron consigo a Estados Unidos, país en el que es una tarta estrella. Según la documentación que nos ha llegado, la popularidad del pastel de zanahoria resurgió probablemente en el Reino Unido debido al racionamiento durante la Segunda Guerra Mundial. La carrot cake es hoy en día, probablemente, uno de los postres más emblemáticos de la cocina norteamericana.


A pesar de su nombre, la Carrot cake se parece más a un bizcocho que a una tarta en la preparación: todos los ingredientes húmedos, como los huevos y el azúcar, se mezclan por un lado, todos los secos por otro, y luego se les añaden los húmedos. Además, la consistencia definitiva es mucho más densa que un pastel tradicional y tiene unas migas más gruesas. Hay muchas y variadas recetas para elaborar este rico postre: con coco, nueces, piña, pasas, limón, acompañado de crema de queso o glaseados.


En la actualidad tenemos días para conmemorar de todo, desde el día internacional del Sida o del cáncer de mama, hasta los mas reposteriles, como el día del chocolate o el día del donut. ¿Sabes que la Carrot cake tiene su propio día conmemorativo?  El Carrot Cake National Day, es una cita que en EEUU celebran cada 3 de febrero y a la que cada vez se suma más gente, por si tú te lo quieres apuntar también en tu calendario.


He de reconocer que es una de mis tartas preferidas del mundo mundial, así que estaba deseando hacer su versión saludable para poder comerla con remordimientos. Y para mi la original y la tradicional es la que va con crema de queso, nada de glaseados, considero que el queso encaja mas con el sabor de la zanahoria y las especias
La receta de ésta maravilla la he encontrado, como no, ohhh sorpresa!!!!!!!!!!!!!!!!, en el Instagram de Roberto, el fantástico y maravilloso “Chef Bosquet” al que podéis seguir AQUÍ. De verdad que entre él y Cris de “Petit Fit” no me da la vida para seguirles el ritmo y hacer tanta inspiración y antojo, pero no puedo evitar hacer y hacer recetas suyas porque son delicias supremas.


De la receta original de Roberto solo hago dos apuntes. Yo no he echado jengibre porque tengo una relación de amor-odio con ésta especie, así que quería empezar probando sin ella y ver como quedaba de sabor y, como lo volveré a hacer ya probaré y compararé con ella. Y los anacardos yo los he puesto en crema en vez de enteros remojados porque considero que así se integran mejor a la masa.


Roberto también nos ofrece la posibilidad de ponerle la tradicional cobertura de queso que acompaña a éste bizcocho. La cosa es que tras hacer su receta del bizcocho saludable de mango que podéis ver AQUÍ. Quedé tan enamorada de la textura del bizcocho, de su jugosidad y de su sabor potente a mango que, en aquella receta, no quise ponerle la cobertura de chocolate para que no enmascarara su sabor.


Pues en éste caso me ha pasado lo mismo con la cobertura de queso… Una vez horneado el bizcocho es que lo vi… Ví su textura y su jugosidad, y estaba deseando probarlo sin nada que pudiera desviar la atención del sabor original. Mi consejo ahora es que hagáis la crema y la pongáis a parte, de ésta manera podrás tomarte el bizcocho añadiéndole ese toque si quieres… O no… O parte si y parte no!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


Por si os apetece hacerla os dejo la crema que es tan fácil como mezclar 200 gr de queso crema (mascarpone, philadelphia o el que tú suelas usar) con 50 gr de crema de anacardo para mantener la textura pero aportando ese toque dulce. Y como topping, sinceramente, no creo que le haga falta de nada, pero si le quieres dar un poco de color yo optaría por espolvorear con canela de Ceylan y listo



INGREDIENTES

300 gr. de zanahoria picada.
100 gr de dátiles remojados y sin hueso.
4 Huevos talla L.
16 gr de levadura en polvo.
150 gr. de crema de anacardos.
1 cucharadita de canela de ceylan.
1 cucharadita de pasta de vainilla.



PREPARACION

Precalentamos el horno a 180 grados. Ponemos spray de fácil desmoldado en nuestro molde y reservamos.
Ponemos todos los ingredientes en el vaso de la batidora y mezclamos bien hasta que se integre.
Lo echamos en el molde y horneamos durante 40 minutos.


En serio… No me diréis que hay alguna queja sobre ésta receta, es imposible conseguir mas por menos y el dicho de 2 minutos y hecho en éste caso se cumple a rajatabla!!!!!!! Os puedo asegurar que el resultado es impresionante, esponjoso, jugoso y a tope de sabor!!!!!!!

He echado cuentas y para 10 raciones hermosas que me salen serían unas 170 Kcal. Roberto nos dice que lo suyo serían 280 Kcal por ración pero claro, con el frosting.

Besines.

1 comentario:

¿Te ha gustado?. Muchas gracias por dejarme un comentario, me hace muchísima ilusión