Cheesecake de cabra con melocotón

Hoy traigo un recetón de los gordos!!!!!!!!!!!!!!

Es recomendable tener la presencia de lácteos en una dieta equilibrada y saludable, por lo que el queso de cabra puede ser una perfecta elección frente a los de vaca u oveja.

En cada 100 gramos podemos encontrar 364 calorías, 22 gramos de proteínas, 30 gramos de grasa y 0’1 gramo de carbohidratos. Por supuesto, también nos aporta micronutrientes como vitaminas A, B, D, potasio, calcio y sodio. Sin duda, es un tipo de queso bastante proteico y con un buen aporte de calcio para fortalecer los huesos y prevenir problemas cardiovasculares.

Los beneficios que tiene éste queso los podríamos resumir en:

Es más fácil de digerir. Contiene menos cantidad de lactosa, caseína y sustancias grasas, por lo que es más fácil de tolerar en personas con problemas de intolerancias o problemas intestinales. Por supuesto, debes consultar a tu médico antes de introducirlo en tu alimentación habitual.

Aporta una alta cantidad de nutrientes. Es una buena fuente de vitamina A, D, K, potasio, hierro, tiamina, niacina y riboflavina. Asimismo, es recomendable en dietas bajas en sodio, por su bajo aporte en comparación con los quesos de vaca.

Contiene menos calorías, colesterol y grasa. Al tener menor sustancias grasas, el queso de cabra es más ligero y aporta menos calorías y grasas saturadas.

Es rico en probióticos y posee menos hormonas. Su alto contenido en probióticos mejora la flora intestinal y el sistema inmunológico. Asimismo, ayuda en la absorción del calcio y sintetiza la vitamina B. Es destacable también que tenga un bajo nivel de hormonas y aditivos, ya que los quesos elaborados con leche de vaca sí suelen añadirlos para su elaboración.

Mejora la memoria. Gracias a su contenido en fósforo, se mejoran las funciones asociadas a la memoria y la concentración. Es una buena idea aumentar la ingesta de este mineral en épocas de esfuerzo físico y mental para mejorar los resultados.

Debido a todo lo dicho anteriormente es un tipo de queso que he visto en auge y muy de moda en el entorno de la comida real. Está claro que con respecto a calorías no puede competir con un queso desnatado, pero es que aquí de lo que se trata no es de contar calorías, es de ingerirlas reales, no procesadas y sanas. Y ante igualdad de condiciones naturales, es mejor el queso de cabra que el queso de vaca

Es mejor porque nos aporta mas nutrientes e incluso menos calorías que el de vaca. Es muy alto en proteína, así que para los que hacemos deporte nos viene de fábula ese aporte. Lo que pasa que, como todo en esta vida, hay que comerlo con mesura, porque que tenga menos calorías no significa que no tenga y se pueda abusar… En esta vida no se puede abusar de nada.

Y así es que como llegamos a ésta cheesecake, tras ésta gran disertación sobre el queso de cabra que no sé si os habrá gustado, que he de reconocer que es la primera que veo con queso de cabra, así que eso fue lo primero que me llamó la atención cuando vi ésta receta en el blog de mi Cristina “Petit Fit” y que podéis ver AQUÍ. 

Al final el tema de la lista de pendientes por hacer es tremenda, y va creciendo día a día según te das una vuelta por las redes y ves las maravillas que hace la gente, que yo sea una gocha y una antojadiza no tiene nada que ver sabe? Jajajajaja, la cuestión es que no me da la vida para hacer todo lo que quiero.

Bueno, siendo justos se podría decir que si que me daría la vida para hacer eso, pero es que ya sabéis como es el mundo del bloggero, que la cosa no se termina en la decisión de la receta a realizar, hacer la compra, ponerse al lio y hacer el dulce…. No!!!!!!!!!!!!!!!!... Ahora viene la parte donde tienes que defender el dulce con tu vida para que nadie lo toque sin que las fotos estén hechas… Hacer las fotos (que ahora con la luz del invierno y un trabajo de 8 horas es mas que complicado)… Editar esas fotos… Y sacar tiempo para ponerte a escribir la receta de la obra de arte en cuestión.

Siendo sinceros, la vida sería mucho mas fácil para mi si omitiéramos la parte del blog, ahí si que me daría la vida para hacer muchos mas dulces porque generalmente mis recetas son sin complicaciones, sin un paso a paso eterno que te lleva dedicarle mucho tiempo y con una limpieza muy llevadera porque generalmente suele ser un bowl y la batidora… Pero… ¿Que se le va a hacer? Hemos elegido tener este rincón y hay que ser consecuente con eso

Y debido a ese retraso en la ejecución de la receta pues lo que me ha pasado es que me he quedado sin higos…. Al ser un producto tan de temporada, y de temporada tan corta, porque la verdad es que en el mercado están disponibles a penas un mes, pues me he tenido que buscar la vida para sustituirlo por otra cosa, y así nace mi versión con melocotón.

La verdad es que los higos secos para la base no eran problema, porque ahora para Navidad si que están disponibles y es mas, son como un producto típico, y como ya éste año hemos superado la barrera de lo increíble y tenemos en el super los productos de Navidad a la venta desde agosto pues…. Como que no era el problema!!!!!!! Pero claro, hacer la base de higo y que no acompañara con la fruta de encima pues no me parecía. Y da la casualidad que tengo en casa una bolsa de melocotones secos BIO desde hace cantidad de tiempo y los estaba deseando probar.

INGREDIENTES 

BASE

60 gr de melocotón seco.

60 gr de copos de avena suaves.

RELLENO

250 gr de queso fresco de cabra.

250 gr de queso crema proteico.

3 huevos talla L.

TOPPING

1 melocotón.

10 gr de nueces pecanas.

ELABORACION

Ponemos los melocotones secos de la base a remojo en agua caliente durante 20 minutos.

Precalentamos el horno a 160º con calor arriba y abajo.

Trituramos los copos de avena y los melocotones escurridos hasta formar una mezcla pegajosa.

Colocamos un papel de horno en la base de un molde redondo, introducimos la mezcla, la aplastamos para compactarla y dejamos enfriar en nevera mientras preparamos el relleno.

Para el relleno, batimos con unas varillas eléctricas a velocidad baja el queso crema con el queso de cabra.

Añadimos los huevos uno a uno y batimos suavemente hasta integrarlos, intentando no meter demasiado aire a la masa.

Sacamos el molde de la nevera, vertemos la mezcla de queso sobre nuestra base, ponemos por encima el melocotón pelado y cortado en gajos y las nueces troceadas.

Horneamos 1 hora a 160° o hasta que esté dorada por los bordes y al menearla tiemble el centro, apagamos el horno y la dejamos 20 minutos más, abrimos la puerta del horno y la dejamos otros 15 minutos, la sacamos la dejamos atemperar por completo y llevamos a la nevera durante mínimo 4 horas. Una vez fría del todo desmoldamos.

El resultado es alucinante, me ha encantado notar ese sabor potente y característico del queso de cabra en la cheesecake… Y queda con una cremosidad que es un auténtico deleite. 

En la receta original Cris le añade Stevia para endulzar… Yo no la he puesto porque no me gusta y he de decir que no la he echado de menos para nada!!!!!!! La tarta, además de mi chico la han probado 3 personas mas y todas me dicen lo mismo, que no se nota para nada que no lleva ningún tipo de endulzante…. De todos modos yo puse un cuenco con sirope de ágave por si a alguien le faltaba ese shot que se lo pudiera añadir.

Echando cuentas por encima y teniendo en cuenta que el molde es de 18 cms, me salen 10 raciones y cada una de ellas contaría con 180 Kcal aproximadamente.

Un besote enorme.