viernes, 7 de febrero de 2020

Cardos con almendras


Quien me iba a mi a decir que iba a comer cardos!!!!!!!!!!!!!


El cardo es una verdura que se consume más por la zona central y el norte de España. Su temporada es corta, se ciñe al invierno, pero se puede encontrar cardo en conserva, en botes de cristal de buena calidad y preparar con esta modalidad las recetas. En cada rincón del país hay una tradición navideña, por la zona de la Rioja y Castilla es habitual cenar el típico cardo navideño y forma parte del entrante de Nochebuena. Combina muy bien con jamón serrano o con almendras.


Yo es que he de partir de la base que no tenía ni idea de que se comieran cardos, voy mas allá, para mi el cardo es el rastrojo que hay en la montaña y que tiene púas y pincha, así que cuando me dijeron que formaba parte del menú de Navidad pensé “What??????”… Alucinada me quedé al ver ésta verdura que tiene mas en común con una acelga que con un rastrojo puntiagudo.


Pues éstas navidades ha formado parte de nuestro menú de Navidad, ya que cenábamos en casa de mi hermano y la madre de mi cuñada es gran aficionada a éste plato ya que en su tierra se come mucho, y por eso formó parte de nuestro menú, en concreto, la receta es con salsa de almendras. A mi me gustaron mucho y no dudé en pedir la receta y aquí os la traigo


INGREDIENTES
1 tarro de cardos de bote (400 gr)
½ vaso de agua
5 gr de aceite de oliva Virgen Extra
5 gr de harina de avena
2 ajos picados
10 gr de almendra molida
  


PREPARACION

Escurres los cardos y los enjuagas bien para quitarles todo el líquido.

Los pones en una olla a calentar con el agua a fuego medio.

En una sartén pequeña, tamaño huevo frito, pones un chorreón de aceite de oliva (quizá el doble os encajaría mas a vosotros, yo hago un uso muy comedido del aceite) y echas los ajos para sofreírlos, removiendo para que no se quemen.

Cuando estén hecho, apartas la sartén del fuego y echas la harina, remueves bien para integrar y que no queden grumos (importante apartar la sartén del fuego para que no se queme la harina)

Metes el contenido de la sartén en la olla donde están los cardos, y añades a la vez la almendra molida. Dejas que se cocine todo junto un rato.


El tiempo dependerá un poco de ti. La salsa de almendra va a espesar el caldo de los cardos… A mi personalmente me gusta mucho que quede cremoso, tipo bechamel. Si a ti te gusta mas ligera, pues solo tendrás que echar mas agua e integrar

Echando cuentas por encima nos queda un plato de unas 165 Kcal, y os puedo asegurar que es bien hermoso y está de rechupete. Como he dicho al principio, también encaja muy bien con jamón serrano, así que como TIP os diría de pochar unos taquitos y añadírselos por encima… Esa será mi próxima vez.

Un besito.

lunes, 3 de febrero de 2020

Carrot Cake

Todo un gran clásico que había que traer a la versión saludable


Es verdad que la etiqueta "carrot cake" ya la he utilizado en las recetas saludables, he hecho unas gachas carrot cake que podéis ver AQUI, un bizcocho carrot cake que podéis ver AQUI y hasta unas galletas carrot cake que podéis ver AQUI.... Y, ojo, que en mis pendientes están los donuts y unas tortitas!!!!!!!!!!!!! Todo llegará


Así que por un lado siento como que he empezado la casa por el tejado ya que lo primero que tenía que haber hecho es la Carrot Cake en su versión tradicional, pero mira, las cosas vienen como vienen y al final lo importante es que llegue... Y es mas, porque he tirado de recetario del blog y me he dado cuenta que no tenía su versión tradicional tampoco en su formato original!!!!!!!! Sin ser saludable.


Como se me ha podido ir tanto la pelota? y es que al final los grandes clásicos, que son nuestros básicos y en los que nos apoyamos cuando necesitamos triunfar, los acabamos dejando de lado por ese afán de innovar, sorprender y probar cosas nuevas, nuevos sabores, nuevas texturas... No es justo para nada pero en mi caso tengo que entonar el "mea culpa" totalmente


La carrot cake, es un pastel dulce con zanahoria machacada mezclada en la masa. La zanahoria se ablanda en el proceso de cocción, lo que le aporta una textura densa y suave. Y la verdad es que va de maravilla con ese frosting de queso que le sigue aportando humedad y esa apariencia inconfundible. ¿Conoces la historia de esta fantástica creación? 


Para conocer la historia de la carrot cake tenemos que remontarnos hasta la Edad Media. En aquella época, los endulzantes eran muy caros y difíciles de conseguir, por lo que realizar tortas y otros tipos de recetas de repostería resultaba algo complicado. Por ello, se extendió la costumbre de utilizar calabaza, zanahoria y remolacha, verduras excepcionalmente dulces, como endulzantes en la cocina. 


El uso de la miel y el azúcar blanco en el día a día, únicamente estaba al alcance de las clases pudientes y los conventos. Siglos después, los emigrantes la llevaron consigo a Estados Unidos, país en el que es una tarta estrella. Según la documentación histórica que hay, la popularidad del pastel de zanahoria resurgió probablemente en el Reino Unido debido al racionamiento durante la Segunda Guerra Mundial. La carrot cake es hoy en día, probablemente, uno de los postres más emblemáticos de la cocina norteamericana (Biblografía AQUI).


Un último dato: ¿Sabes que la Carrot cake tiene su propio día conmemorativo?  El Carrot Cake National Day, es una cita que en EEUU celebran cada 3 de febrero y a la que cada vez se suma más gente, y yo no he querido ser menos!!!!!!!!! así que he aquí mi aportación a éste gran día para disfrutarlo sin remordimientos y que nos sepa el día a gloria.


La receta viene de la mano de Nieves, la podéis encontrar en Instagram como "myhealthyvibe_", una cuenta que ya os recomendé cuando hice este brownie-cheesecake saludable con frambuesas que podéis ver AQUI, y a la que sigo totalmente enganchada por esas fotos tan limpias, luminosas, centradas en el producto y tan maravillosas... Además varía mucho y es una cuenta muy dinámica.


Como ya he probado una receta sutya, ésta es la segunda, y seguimos manteniendo el listón muy alto, así que creo que cada vez me acerco mas a poder asegurar que sus creaciones son una auténtica delicia e infalibles, si quieres triunfar, no lo dudes... Y no son nada trabajosas ni cimplicadas, sulelen ser de las rápidas y muy llevaderas, en éste mundo de locos que tenemos y el tiempo es tan precioado es algo fundamental


Yo lo único que he cambiado ha sido el frosting, el suyo lleva mantequilla, y que conste que es una cantidad ínfima, y para lo poco que lo tomamos no pasa nada por usarla, pero, aún así, yo no quería, así que he hecho mi propia versión, el cual además he endulzado con dátiles... No ha quedado tan blanco, luminoso y limpito como el tradicional, pero a mi me pirra, me lo comería a cucharadas!!!!!



INGREDIENTES

400 gr de zanahorias.
3 huevos talla L.
100 gr de pasta de dátil (o dátiles enteros).
1 cucharadita de esencia de vainilla.
150 gr de aceite de oliva virgen extra.
350 gr de harina integral de espelta.
2 cucharaditas de canela de Ceylan.
1 cucharadita de jenjibre en polvo.
50 gr de nueces pecanas.
1/2 sobre de levadura (8 gr).
2 cucharaditas de bicarbonato.

Frosting:

200 gr de queso Philadelphia.
100 gr de crema de anacardo.
80 gr de pasta de dátil.
1 yogurt 0% (125 gr).


PREPARACION

Pela, corta y tritura las zanahorias hasta que quede rallada en trocitos pequeños. Reserva.

Tritura los dátiles deshuesados con un chorrito de agua caliente hasta obtener una pasta si los tienes enteros, si tienes la pasta te puedes saltar éste paso.

En un bol, bate los huevos junto con la pasta de dátiles, el aceite y la esencia de vainilla.

Añade ahora la harina, la lavadura, el bicarbonato, la canela, el jenjibre, la zanahoria reservada y las nueces picadas y vuelve a batir hasta que quede todo integrado. 

Engrasa un molde con spray de fácil desmoldado de unos 25 cm y vierte la masa.

Hornea en la rejilla unos 40/45 minutos a 180° con calor arriba y abajo (depende de cada horno y del molde que uses). Deja enfriar mientras haces el frosting.

Frosting: Tan solo tienes que batir todos los ingredientes hasta obtener una crema consistente. 

Montaje: Desmolda el bizcocho, a mi me gusta dejarlo de un día para otro dentro de una lata para que se enfríe totalmente y la miga se asiente. Mete el frosting en el frigorífico. Cuando vayas a montar, corta el bizcocho por la mitad y echa la mitad del relleno, extendiéndolo con una espátula. Cubre la tarta con el resto del frosting y decora con nueces, zanahoria o canela.


El resultado es una auténtica pasada, de verdad, no tiene nada que envidiar a la tradicional de toda la vida!!!!!!!! Es cierto que es una tarta muy calórica porque además lleva el frosting, aquí dependerá mucho el tamaño de las raciones. Con el molde que os he dicho salen 12 raciones muy decentes a 380 Kcal cada una, que no es ninguna barbaridad y os puedo asegurar que quedaréis saciados. También podéis estirarla un poco mas y sacar 14 raciones a 320 Kcal aprox.

Pues lo dicho gente... Hoy toca disfrutar y a celebrar el día del Carrot Cake como mas os apetezca!!!!!!! cualquier dulce inspirado en él seguro que os sabe a gloria.

Un besote.