Flanes de leche condensada rellenos de chocolate

Nada, que por mas que lo intento no puedo hacer las recetas clásicas sin darles una vuelta de tuerca

He escuchado varias veces que se cree que el flan es un postre mexicano. Pero si nos vamos a los orígenes de este delicioso manjar, nos damos cuenta que en realidad nació al otro lado del mundo.

Los registros más antiguos que se conocen sobre lo que dio origen al flan que conocemos hoy en día nos llevan hasta los romanos, cuando ellos comenzaron a domesticar pollos y a incorporar los huevos a diferentes recetas. El primer nombre que tuvo este postre fue tyropatina. 

Más adelante nació una nueva mezcla compuesta de huevos, leche y miel. Durante la Edad Media, este postre se consumía en época de cuaresma. En esos días fue cuando se comenzó a elaborar con azúcar. La primera versión llevaba pimienta, pero este ingrediente se sustituyó más adelante por caramelo, como el que conocemos ahora. 

El nombre flan viene del siglo VII y es una palabra francesa que significa torta plana. Cuando se comenzó a popularizar el flan, comenzaron a nacer nuevas versiones, dependiendo del país donde se prepara. Pero la receta básica para prepararlo incluye huevos, leche y azúcar. Se cocina a baño de maría y se le pone caramelo.

La verdad es que yo he de reconocer que no soy muy flanera... Tanto porque no me gustan demasiado, como porque el hacerlos caseros me daba un poco de reparo, por aquello de que hay que hacerlos al baño maría y nunca he hecho algo así... Ya sabéis, el típico miedo a lo desconocido

Pero si le añadimos un toque de chocolate... La motivación ya es otra, verdad? mas que nada para el paladar, porque para realizarlo me ha costado varios intentos (dos de ellos acabaron en error total) y aunque este no estoy del todo convencida con como ha quedado, puedo asegurar que están muy ricos. La receta que he seguido la podéis ver AQUI.

La idea de la receta es muy simple. Consiste en preparar un flan de huevo normal, en este caso el clásico y cremoso flan de leche condensada, y cuajarlo parcialmente en el horno antes de introducir un relleno de chocolate fundido. Como la textura del flan es ya más espesa debería aguantar el peso del relleno, que al abrir el flan aparecerá en el centro. Digo debería porque yo no lo consigo casi nunca y por lo general el chocolate se va casi al fondo. En este caso queda un poco menos vistoso pero igual de rico.

La receta original añade nata a la leche condensada. pero a mí me parece que la leche condensada sola ya consigue un flan lo suficientemente cremoso, así que empleo leche en vez de nata, como en el flan de leche condensada clásico. De esta forma queda más ligero sin perder cremosidad.

250 gramos de leche condensada.

300 ml. de leche.

3 huevos.

50 gramos de chocolate de cobertura para el relleno. He usado Nestlé postres.

2 cucharadas de leche condensada para el relleno.

4 cucharadas de azúcar para el caramelo. Se puede emplear caramelo líquido comprado.

Mientras que se prepara el caramelo y el flan precalentar el horno a 180 ºC. Al encenderlo poner dentro el recipiente que vayamos a emplear para el baño María de modo que se vaya calentando el agua. Yo para las flaneras individuales empleo una fuente grande de horno para el baño María.

En primer lugar vamos a preparar las flaneras con el caramelo.

Disponer 6 flaneras individuales sobre la encimera.

Si vamos a preparar el caramelo casero poner en un cazo al fuego las cuatros cucharadas de azúcar junto con dos cucharadas soperas de agua. Dejar cocer sin remover para evitar que cristalice hasta que comience a hervir. En ese momento remover bien para que se disuelva todo el azúcar. Dejar que se haga hasta que se forme un caramelo rubio. No dejar tostar demasiado para evitar que amargue.

Repartir el caramelo entre las seis flaneras. Mover cada flanera para distribuir bien el caramelo, de forma que cubra el fondo y parte del lateral. Distribuirlo girando la flanera pero sin tocar nunca el caramelo con los dedos porque quema.

Si empleamos caramelo de bote simplemente ponemos un poco en cada flanera y lo distribuimos bien para cubrir el fondo y un poco el lateral.

Para preparar la mezcla del flan podemos emplear cualquier recipiente que nos permita batir con facilidad y que nos resulte cómodo para verter luego en las flaneras. 

Poner en el recipiente en el que vayamos a hacer la mezcla la leche condensada, la leche y los huevos. Batir bien hasta que esté bien mezclado.

Repartir la mezcla entre las 6 flaneras. Si la boca del recipiente no permite verter con facilidad lo más cómodo es emplear el cazo de servir para llenarlas.

Poner las flaneras dentro del recipiente con agua para el Baño María y meterlo en el horno a media altura.

Mientras se hace el flan vamos a preparar el relleno.

Fundir el chocolate al baño María o en el microondas a baja potencia. Añadir la leche condensada y mezclarlo bien hasta obtener una crema homogénea.

Colocar la crema de chocolate en una manga pastelera con una boquilla fina. 

A los 20 minutos sacar los flanes del horno. Lo más cómodo es sacar todo el recipiente de baño María con las flaneras dentro. Los flanes estarán cocidos a medias. Insertar la boquilla de la manga pastelera en cada flan (dejarla casi en la superficie) y repartir la crema de chocolate entre los flanes. Al estar ya cuajados parcialmente no se irá del todo al fondo.

Volver a poner los flanes en el horno y cocer durante 20 o 25 minutos más hasta que terminen de cuajarse.

Sacar los flanes del horno. Cuando se enfríen ponerlos en la nevera para que se enfríen completamente. Como casi todos los flanes está mejor de un día para otro.

He de reconocer que me ha costado un poco que quedaran así, que no se viera el chocolate desde fuera, esto es cuestión de probar, probar y probar con vuestro horno hasta que le pilléis el tino al flan que está en el horno, para que esté cuajado lo suficiente que aguante el chocolate sin que se vaya al fondo, pero no tanto como para rajarlo para introducirlo

El resultado a mi me ha gustado mucho, y, sobre todo, que sorprende... Porque yo no le dije nada a mi chico, mi conejillo de indias, y él se pensaba que se iba a tomar un flan normal... Cuando metió la cuchara... Sorpresa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! la combinación de sabores es muy buena, se complementan perfectamente. En vez de caramelo también se me ocurre que podéis utilizar sirope de choco... Yo... Ahí dejo la idea.

El mantel es de Maisons du monde, la huevera es de Krasilnikoff, la botellita es de Tape pink, la fuente de pizarra y el bote es de Casa, el plato (en realidad portavelas) es de Ikea y las cucharitas son de Zara home.

Besotes de hay que insistir para conseguir