Tarta de filipinos (Sin horno)

Como me está gustando esta parte que investigo este verano

El tema de las tartas fresquitas y que se hacen sin ayuda de horno, me gustan bastante mas que las tartas congeladas porque estas últimas me resultan un poco difíciles de comer, tienes que medir muy mucho el tiempo de atemperamiento para que la base esté perfecta para cortar mientras que el helado no se esté derritiendo ya

Los filipinos me encantan, y he de confesar que mis prefes son los de chocolate blanco. Mi intención en principio era hacer esta tarta con ellos, pero como la tarta no ha sido a mi gusto, sino al gusto de una gran estudiante que terminó el curso con unas notazas impresionantes, pues... Hay que adaptarse... Y a mandar que para eso estamos.

Ahora en verano lo paso un poco mal con estos productos, llevo fatal no poder tomarlos... En esta época estos productos se ven reducidos salvajamente en su comercialización, así como los donut bombón, las palmeras cubiertas, etc... En fin, todo lo que lleve una cobertura de chocolate, o esté realizado con él como los bombones, los huevo kinder, etc...

Y es que con estos calores es hiper complicado su transporte (lo dice una que compró una bolsa de chocolates y llegaron a casa todos unidos en bloque) y el comérselos (la cobertura de choco se queda pegada al envoltorio... O si no se queda en tus dedos) así que, no se retiran del todo, pero si que se ven mucho menos

Y es que a mi no me gusta meter estas cosas en el frigo porque, como con todo, me da la sensación de que pierden el sabor, me explico, no es que pierdan el sabor, pero que algo muy frío de este tipo no sabe igual que cuando está a temperatura ambiente normal, el sabor es muy distinto, se aprecian todos los matices... Además, están mucho mas duras.

Cuando vi ESTA receta de mi querida Montes, Lo que mas me gustó de todo fue la textura que se veía que tenía... Tipo mousse... Y el que llevara trozos de galleta por dentro me terminó de convencer!!!!!!! el efecto crunchie que le tenía que dar seguro que era toda una experiencia... Así que me vi en la obligación de hacerla

INGREDIENTES:

Para la base:

400 gr. de galletas tipo Digestive
150 gr. de mantequilla fundida
1 chorrito de leche

Para la tarta:

6 claras de huevo
1/2 cucharadita de cremor tártaro (opcional)
60 gr. de azúcar
450 gr. de queso crema tipo Philadelphia
200 gr. de chocolate para postres
235 gr. de galletas Filipinos, más unos 150 gr. más para decorar
5 hojas de gelatina neutra

Preparación:

Trituramos las galletas Digestive. Añadimos la mantequilla fundida y el chorrito de leche. Mezclamos todo muy bien y vertemos la mezcla en un molde desmontable de 23 cm. de diámetro. Repartimos por todo el fondo y presionamos bien para prensar la mezcla. Podemos ayudarnos con el fondo de un vaso para que quede igualada y lisa. Llevamos el molde al congelador.

Ponemos las hojas de gelatina a hidratar en un bol con agua fría.

Ponemos las claras en el bol de la batidora de varillas y añadimos el cremor tártaro (opcional: ayuda a estabilizar las claras. Si no tenemos, podemos sustituirlo por un par de gotas de zumo de limón). 

Batimos primero a velocidad media y luego subimos la velocidad al máximo. Cuando estén semimontadas bajamos la velocidad al mínimo y añadimos el azúcar en cascada. Volvemos a subir la velocidad al máximo y continuamos batiendo hasta que estén montadas por completo y formen picos duros. Reservamos.

Trituramos los Filipinos, no demasiado, sino dejando que queden trozos un poco gruesos.

Derretimos el chocolate al microondas, con cuidado de que no se queme, en intervalos de 30 segundos, removiendo cada vez, hasta que esté completamente fundido. Reservamos.

Ponemos la mitad del queso en un cazo a fuego medio y calentamos, removiendo con una cuchara, hasta que tenga una consistencia más líquida. Retiramos del fuego.

Escurrimos bien las hojas de gelatina y las añadimos a la crema caliente de queso. Removemos bien hasta que se disuelvan por completo. Incorporamos el resto de queso y el chocolate derretido y removemos hasta que esté todo muy bien mezclado.

Incorporamos esta mezcla a las claras montadas, y mezclamos suavemente con ayuda de una espátula de goma, con movimientos envolventes, hasta integrar por completo.

Por último, añadimos los filipinos troceados, volvemos a mezclar bien, y vertemos la mezcla en el molde, repartiendo bien y alisando la superficie con la espátula. 

Tapamos con film transparente y llevamos a la nevera un mínimo de 4-5 horas, o mejor de un día para otro.

Antes de servir, pasamos un cuchillo por el borde de la tarta y desmoldamos. Los filipinos que nos queden los trituramos y los utilizamos para decorar la parte superior.

Realmente flipante!!!!!!!!!!!!!!!! de verdad que es una maravilla de tarta, es muy ligera por la textura que tiene, es muy refrescante porque se sirve directamente del frigo bien fresquita, y el toque que le dan los trozos de filipinos, que no quedan muy duros porque se empapan de la mousse es... Brutal!!!!!!!!!!! 

Se me queda en el tintero la versión con los filipinos de chocolate blanco.

El plato es de IKEA, el tenedor y el bote es de la tienda Casa, las pajitas y las etiquetas son de Tape Pink, la servilleta es de Zara Home y las botellitas son un regalo, no compradas en ningún sitio, con lo que no os puedo decir.

Un besín realmente esponjoso