Pero como siempre, éste es mi rinconcito, y al serlo, pues al final tengo que poner cosas que tengan sentido para mi, aunque para el resto del mundo no lo tenga y les haga flipar.... Y desde luego si hay algo que tengo claro, es que éste otoño ha sido el año del descubrimiento del caqui, y eso no me lo podrá negar nadie, así que para mi tiene todo el sentido ésta receta!!!!!!!
Hasta ahora creo que la mayoría de nosotros desconocíamos ésta fruta y dudo mucho de que la hubiéramos probado, desde luego que yo no me pongo ni una migaja colorada al reconocer que éste año ha sido la primera vez que he tomado caquis en mi vida. Y no me equivoco al destacar, creo yo, que la revolución ésta empezó con las famosas natillas de Carlos Ríos de caqui y chocolate
A partir de que llegaron a nuestras pantallas y saltara la revolución, han sido muchos los que han aprovechado el tirón y se han lanzado a hacer auténticas delicias con éste ingrediente, y no solo dulces, ojo, que yo ya he visto varias saladas!!!!!!!!!!!!! Esta es la maravilla que tiene internet, y donde se refleja claramente lo que puede llegar a conseguir un influencer en la red y lo que esto implica para un producto
Como siempre me pasa, al empezar a tomar el caqui he investigado un poco sobre él y sus orígenes. Su nombre significa "fruta del fuego divino", lo que revela el aprecio que se le tiene en Oriente.
Al cortar el caqui su forma recuerda a un corazón, acaso como un anuncio de sus beneficios para la salud. Su pulpa jugosa y dulce y su textura suave y cremosa quizá nos harán preguntarnos por qué no lo habíamos probado antes.
Su peculiaridad empieza por el árbol que los produce, pariente del ébano y de madera dura también apreciada en ebanistería. La copa piramidal, que se va redondeando con el tiempo, viste sus hojas de otoño muy temprano, encendiéndolas de rojo y anaranjado antes de desprenderse de ellas.
Cuando el árbol está desnudo de hojas se ven los caquis con su color rojo brillante: es un espectáculo digno de admiración.
Esta delicada rareza, como otras delicias botánicas, es originaria de China, en particular de la costa, donde se cultivaba hace ya unos 3.000 años. Por eso no es de extrañar que con el tiempo se extendiera a Corea, Vietnam, Indonesia, Filipinas y sobre todo a Japón, de donde proviene el nombre de caqui (y yo sin saberlo habiendo estado allí hace dos meses!!!!!!!!!). A mediados del siglo XIX llegó a Norteamérica y poco después a la cuenca mediterránea.
Existen más de mil variedades de caquis, aunque solo se cultivan comercialmente un puñado de ellas. Y se dividen en dos tipos: astringentes y no astringentes.Esta característica tan marcada de su sabor se debe a su riqueza en taninos, unas sustancias amargas que provocan aspereza en el paladar y que van desapareciendo a medida que la fruta madura.
Este fruto aporta hidratos de carbono, principalmente fructosa y glucosa, lo cual lo convierten en un alimento nutritivo y energético. Sus fibras solubles, como la pectina y los mucílagos, regulan el tránsito intestinal y alivian las gastritis, pero cuando los caquis son verdes resultan astringentes.
Rico en antioxidantes: provitamina A o betacaroteno, vitamina C y, en menor cantidad, vitamina B6, K y vitamina E, es aconsejable en caso de estrés o ante problemas de vista. En cuanto a los minerales, el manganeso destaca sobre los demás (150 gramos cubren el 11% de las necesidades diarias), seguido por el cobre, el potasio, el magnesio y el fósforo.
El caqui está indicado para cualquiera que goce de buena salud, y también para niños, deportistas y personas que realicen trabajos físicos intensos.
Se ha dicho a menudo que no es adecuado en dietas de control de peso porque aporta 70 calorías por 100 gramos, o alrededor de 120, una pieza de tamaño medio. Pero si se compara con la mayoría de las frutas, cuyas calorías se mueven entre 40 y 60, no hay tanta diferencia. Los diabéticos deberán consultar con su médico si pueden disfrutarlo o no (Bibliografía cuerpoymente).
Ya sabéis que soy una fan incondicional de Cris del blog "Petit Fit" asdí que cuando vi que se unía a la moda y sacaba ESTE bizcocho de caqui, no dudé en hacer su receta porque siempre son infalibles
INGREDIENTES
200 gr de caqui maduro.
150 gr de harina de avena integral.
50 gr de AOVE.
3 huevos talla L.
6 gr de levadura.
PROCEDIMIENTO
Precalentamos el horno a 180°C con calor arriba y abajo. Echamos spray de fácil desmoldado a nuestro molde y reservamos.
Trituramos 200 gr de caqui hasta formar un puré sin grumos.
En un bol añadimos los ingredientes secos tamizados: harina de avena y levadura. En otro bol mezclamos los ingredientes húmedos: huevos, AOVE, y el puré de caqui.
Vamos echando poco a poco la mezcla de ingredientes secos al bol de ingredientes húmedos y removemos con unas varillas hasta conseguir una textura cremosa y homogénea. Pasamos al molde que teníamos reservado.
Horneamos a 180°C durante 40 minutos o hasta que al pincharlo con un palito, este salga limpio.
Sacamos del horno, dejamos enfriar y desmoldamos con cuidado.
COBERTURA
Yo la cobertura no la quise hacer de chocolate porque me parece que al final se lleva todo el protagonismo y roba el sabor, así que hice una cobertura mas centrada en el caqui.
70 gr de caqui.
100 gr. de queso crema.
50 gr. de crema de almendras.
2 dátiles medjool
Ponemos todos los ingredientes en el procesador de alimentos y mezclamos bien hasta que quede una pasta bien integrada
El resultado creo que salta a la vista, jugosidad extrema... Y echando cuentas por encima a mi me han salido unas 10 raciones muy decentes, así que cada una de ellas contaría con unas 180 Kcal por si solas. Si le añadimos la cobertura que he preparado, nos subirían unas 70 Kcal mas, así que se quedaría en unas 250 Kcal por ración... Totalmente espectaculares.
He de reconocer que lo quiero volver a hacer para echarle la cobertura de chocolate, creo que la combinación puede ser tremenda porque se complementan a las mil maravillas.
Un besazo!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
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