Que ganas tenía de versionar ésta trata!!!!!!!!!!!!!!!!
Es una de mis tartas preferidas de todos los dulces que he conocido hasta ahora, he de reconocer que lo primero que me llamó la atención fue el nombre, tarta hummingbird, o, en castellano, tarta colibrí... Es que con ese nombre tiene que esta buena fijo!!!!!!!! Me pareció de los mas original, y enseguida me puse a investigar la historia de ésta tarta, segura de que tenía que haber miga detrás.
Pese a que estamos ante la que hoy por hoy es todo un clásico ya de la cocina sureña estadounidense, lo cierto es que los orígenes de esta icónica tarta nos llevan hasta la exuberante isla de Jamaica. Según su árbol genealógico, desciende de la tradicional y autóctona Doctor Bird Cake jamaicana —a saber, la especie de pájaro conocido como doctor bird (de la familia de los colibrís) es el símbolo nacional de la isla.
Según cuenta la leyenda, la relación entre dicha ave y nuestra tarta se debe a que su exquisitez es tal que atrae irremediablemente hasta a los colibrís. Está claro que se trata de una gran metáfora, ya que estoy segura de no haber visto nunca pajarillos acudir revoloteando alrededor de ninguna de las tartas que haya hecho hasta la fecha; otras especies de revoloteadores sí...
Está claro que ésto hay que llevarlo a un plano mas terrenal y real, así que la leyenda sostienen que tan pronto como una hummingbird cake hace su aparición en escena, el personal se arremolina a su alrededor como si de una bandada de colibrís se tratara. Otros argumentos más pragmáticos o simplistas lo reducen a que su nombre realmente se debe a la considerable profusión de ¡hummms! que se suceden interminablemente tras probarla.
El hecho de que la receta diera un salto al continente y llegara a hacerse su propio nombre y convertirse en todo un símbolo entre las más representativas del lugar parece ser que se debió puramente a una estrategia de marketing. Al poco tiempo de fundarse la compañía aérea Air Jamaica en 1968, con la imagen del popular doctor bird como logo, el Patronato de Turismo de Jamaica, con el fin de atraer a los visitantes del continente hacia la isla, se dedicó a difundir folletos turísticos que incluían varias recetas de los platos locales, una de las cuales, imaginaréis, era la Doctor Bird Cake toda tropicalmente ilustrada con imágenes de bananas y piñas por doquier.
Aun así, no es inusual encontrar referencias a esta hummingbird cake en las que se emplean otros sobrenombres, como Granny Cake (tarta de la abuelita) o incluso —y éste me encanta— Don’t Last Cake (la tarta que no dura). Creedme, ¡totalmente merecido!. Así que nos seguimos quedando con la incognita del origen, pero me ha encantado la historia del nombre!!!!!!!!!!!!!!!.
Yo lo único que sé es que ésta tarta a mi me teletransporta a un mundo muy feliz, de vacaciones.... Playa.... Bebidas con sombrillita... El ruido del mar.... Será porque el plátano (banana en su receta original), la piña y una buena dosis de nueces pecanas son sus ingredientes principales, y cuando éstos sabores se funden en la boca tienen como resultado esas rememoraciones en mi paladar
Para terminar de darle forma (y una alegría a muchos paladares), finalmente se recubre con un indulgente glaseado de queso cremoso (cream cheese frosting), en mi caso es mi preferido. Eso sí, se trata de una tarta más bien saciante, así que más que como postre, es el acompañamiento ideal para una dilatada taza de café o de té a media tarde o incluso el broche de oro perfecto de cualquier celebración que se tercie.
INGREDIENTES
Bizcocho
200 ml de la leche que tomes
3 plátanos maduros
250 gr de harina de avena
2 huevos talla L
80 ml de aceite de coco
16 gr de levadura química
30 gr de nueces pecanas
1 cucharadita de canela de Ceylan
4 rodajas de piña al natural
Frosting
100 gr de queso de untar
50 gr de crema de anacardo
40 gr de dátiles medjool
25 gr de yogurt natural
PREPARACION
Precalentamos el horno a 180 grados y echamos spray de fácil desmoldado a nuestro molde de 20 cms.
Machacamos los plátanos con un tenedor hasta que quede una pasta integrada.
Partimos las nueces a modo groso, y cortamos las rodajas de piña en 6 trozos cada rodaja.
En nuestro bowl de la KA ponemos los plátanos, el aceite, la leche y los hueves. Batimos a velocidad alta hasta que esté bien integrado.
En otro bowl tamizamos la harina y la levadura. Lo integramos a nuestra masa y lo integramos con aayuda de una espátula. Echamos las nueves y volvemos a integrar. Por último echamos la piña e integramos de nuevo.
Pasamos la masa al molde y horneamos durante 60 minutos. Sacamos y enfriamos completamente.
Hacemos el frosting poniendo todos los ingredientes en el vaso de la batidora e integramos bien. Una vez la tarta esté bien fría, la cubrimos con el frosting.
INGREDIENTES
Bizcocho
200 ml de la leche que tomes
3 plátanos maduros
250 gr de harina de avena
2 huevos talla L
80 ml de aceite de coco
16 gr de levadura química
30 gr de nueces pecanas
1 cucharadita de canela de Ceylan
4 rodajas de piña al natural
Frosting
100 gr de queso de untar
50 gr de crema de anacardo
40 gr de dátiles medjool
25 gr de yogurt natural
PREPARACION
Precalentamos el horno a 180 grados y echamos spray de fácil desmoldado a nuestro molde de 20 cms.
Machacamos los plátanos con un tenedor hasta que quede una pasta integrada.
Partimos las nueces a modo groso, y cortamos las rodajas de piña en 6 trozos cada rodaja.
En nuestro bowl de la KA ponemos los plátanos, el aceite, la leche y los hueves. Batimos a velocidad alta hasta que esté bien integrado.
En otro bowl tamizamos la harina y la levadura. Lo integramos a nuestra masa y lo integramos con aayuda de una espátula. Echamos las nueves y volvemos a integrar. Por último echamos la piña e integramos de nuevo.
Pasamos la masa al molde y horneamos durante 60 minutos. Sacamos y enfriamos completamente.
Hacemos el frosting poniendo todos los ingredientes en el vaso de la batidora e integramos bien. Una vez la tarta esté bien fría, la cubrimos con el frosting.
En algunas versiones yo he visto que se le añade coco... Unas veces a la masa, otras veces se cubre el frosting con coco rallado. Está claro que la versión tradicional no lo tiene, pero para mi es el toque perfecto tropical que le falta a la tarta, pegan lo mas todo junto, así que no he dudado en dárselo, eso si, quiero que sea un toque, por eso nada mas que he echado una buena capa por encima.
He dividido la tarta en 12 raciones y cada una tendría unas 255 Kcal. Ha quedado perfecta, no puedo estar mas contenta, jugosa, esponjosa y con un sabor igual a la tradicional... En serio, tenéis que probarla!!!!!!!!!!!!!
Besotes.
He dividido la tarta en 12 raciones y cada una tendría unas 255 Kcal. Ha quedado perfecta, no puedo estar mas contenta, jugosa, esponjosa y con un sabor igual a la tradicional... En serio, tenéis que probarla!!!!!!!!!!!!!
Besotes.
Hace un montón que esta tarta está en mis pendientes. Leo tu versión saludable y no encuentro ingredientes "raros", así que va de cabeza a mi lista de pendientes.
ResponderEliminarComo yo te creo a pies juntillas si dices que es idéntica a la versión tradicional sé que es cierto, que si algo tienes es la transparencia y la honradez en lo que cuentas y cuando dices que algo sale ¡sale! doy fe porque ya he hecho varias recetas tuyas y siempre quedan estupendas.
ME ha encantado el nombre de tarta que no durará...¡eso en mi casa puede ser aplicable a casi todas las comidas! ja ja ja
Y sí, otro tipo de animales revoloteadores sí que aparecen cuando un postre se saca del horno, doy fe, en mi casa también pasa.
¡Besos mil!
Es que me pirran esas historias que van de la mano con las recetas, verdad? me hace cantidad de ilusión descubrirlas y conocerlas, son geniales!!!!!!!!
EliminarSi, lo único que lleva de "raro" es el tema del coco, que es mas bien un añadido que hay gente que si usa y otros no, por eso lo he dejado de una forma fácil de omitir por si se quiere seer purista.
Pues ya me contarás si al final lo haces.
Besos